LIBRO XIV
I. [1]. Los árboles exóticos, que se niegan a crecer fuera de su patria, y no se dejan transplantar en tierras extranjeras, están casi todos incluidos en lo que se ha dicho. Ahora ya podemos hablar de los árboles comunes, de los que en Italia se pueden ver como una madre particular.
(2) Solo quiero que los hombres recuerden de los que tienen conocimiento por el momento en su carácter o naturaleza de estos árboles, y no por la forma de crecer y cultivarlos, aunque gran parte de la cultura depende de esta naturaleza. Pero lo que yo no puedo dejar de sorprenderme es que la memoria de algunos árboles y sus nombres hayan desaparecido aun habiendo dejado noticias de ellos los Autores.
[2] Y, sin embargo, pensar que, habida cuenta de la comunicación abierta entre
las partes del mundo, vio la majestuosa grandeza del Imperio Romano, que la
civilización ha avanzado, gracias a la universalidad del comercio y el disfrute
común de la riqueza en paz,
(3) y una serie de elementos que, una vez que dejaron de mantenerse ocultos se convirtieron de uso vulgar. Pero ¡Por Hércules! hoy no podemos encontrar a alguien que sepa todo lo relacionado con la antigüedad, ha mayor cuidado, tanto más feliz su industria. Mil años atrás Hesíodo, en el origen mismo de las letras, comenzó a dar preceptos para los agricultores, seguido por muchos otros. A continuación, aumentó el trabajo para nosotros, porque tenemos que buscar no sólo los descubrimientos modernos, sino también los que habían hallado los antiguos antes, y que cayeron en la negligencia por falta de memoria.
(4) ¿Cuáles son las causas de este letargo, si no las causas generales del mundo?
[3] Conviene saber si se produjeron, otras preocupaciones o costumbres, o si
sólo se cultivó el arte de la avaricia. Anteriormente, las personas estaban
encerradas dentro de las fronteras de los Estados, sin lograr mucho, y sólo
ejerciendo las facultades de la inteligencia una gran cantidad de reyes recibió
el homenaje de las artes, y ostentación de su grandeza, a continuación, siendo
la más preciada de sus riquezas, convencidos de que eran el camino de
su inmortalidad. Y así justamente abundaban los premios y las recompensas
en el trabajo.
(5) A las edades siguientes, en un mundo demasiado vasto el exceso de riqueza fue la causa de su equivocación. Dado que los senadores se eligen en función de su fortuna, y los jueces seleccionados por su hacienda, y ya que los jueces y los generales no han tenido otro mérito que su fortuna, ya que la falta de herederos les convirtió en una autoridad y el poder tan grande, ya que la absorción (por herencia) es la profesión más lucrativa, y cifrar los contentos solo en poseer bienes, las recompensas fueron sin honor, y todas las artes llamadas liberales porque su existencia libre es el mayor bien, han dejado de merecer su nombre, y sólo beneficia al servilismo.
(6) Esto tuvieron otros de diferente manera, pero siguen votando a los mismos, siguen persiguiendo un mismo fin, la riqueza. Incluso caballeros distinguidos prefieren honrar los vicios de los demás que sus propias cualidades. Con la voluptuosidad comenzó la vida, y con ella la vida misma nos ha dejado.
(7) Por nuestra parte, examinaremos lo que se ha olvidado, y no nos espantaremos de la trivialidad de algunos detalles que no nos hará desviarnos más de lo que se desvió en la historia de los animales. Sin embargo vemos que, por esta razón Virgilio, este admirable poeta, no celebra los méritos de los huertos en las grandes cosas que él ha tratado, feliz y querido poeta, que ha recogido la flor, y nombra a quince especies viña, de olivos tres, otos tantos de perales, y del manzano de Asiria, menospreciando los demás.
(8) II. [1] ¿Debería, empezar con nuestra tierra para la vid? Italia da una superioridad tan especial, ya que es un tesoro, se podría decir, que anula los tesoros vegetales de todos los países excepto los de perfumes, e incluso cuando la vid está en flor, les alcanza su olor más suave.
(9) La viña ha sido por razón de su tamaño, relatados en la antigua línea de árboles, con toda razón. En la ciudad de Populonium, podemos ver una estatua de Júpiter con una única vid, que a pesar de los siglos no parece dañada, siendo la misma madera. El templo de Juno en Metaponte, fue apoyada en columnas de madera de vid. Hoy subimos al techo del templo de Diana en Éfeso por una escalera, se dice, hecho con una única cepa de Chipre, las vides de esta isla son de notable grandeza, y de madera dura. Sin embargo me inclino a creer que lo que mencionan los libros, son de madera de vid silvestre.
(10) III. [1]Porque la viña que no se poda cada año, pierde toda la fuerza en las ramas, o en las pámpanas y lo que se intenta es retenerla en la cepa y que produzca jugo, y en esto al fin de producir se hace de diversas maneras dependiendo del clima y la naturaleza del terreno. En Campania, se atan las viñas a los olmos: y abrazados a ellos, se extienden a lo largo de sus ramas anudándose y abrazándose, y llegando a la cima a una altura tal que en su trabajo el vendimiador suele caer, recibiendo como precio de su jornal la tumba y la pira. (fábula de Ampelos en la mitología. Ovidio, Fasti, III. 407-414.)
(11) Crecen sin fin, y no se les puede separar o apartar del árbol que les apoya. Valérianus Cornelius vió de una sola vid, cercados de las casas y palacios: como cosa curiosa que se puede contar.
[3] Hay una vid, en Roma, en las puertas de Livia, que forma un soportal en
el que se puede pasear a la sombra, y es tan fecunda que da 12 ánforas de vino
(319 litros).. Sobrepasan
los viñedos más allá a los olmos.
(12) Se ha informado de que el embajador del rey Pirro, Cinéas (VII, 24), que había admirado la altura de las vides de Aricia, graciosamente, dijo, aludiendo a el amargo sabor de los vinos,- con razón se ha colgado tu madre de tan alta horca.- Está en Italia más allá del Po, un arbusto llamado rumbotinus (XXIV, 112), y también tiene el nombre de Populus (Álamos): Las vides en el amplio número se van ciñendo como pisos circulares partiendo del tronco y formando con su corteza como la forma de un dragón con los sarmientos levantados como si fueran los dedos.
(13) [3] Estos mismo árboles se afirman arrimándoles unos palos
de la altura de un hombre dando forma al viñedo. Otros vides por el demasiado
crecer, de un gran desarrollo bajo la orientación y pericia del propietario,
llenan medios patios por largo tiempo. Estas variedades se cultivan solo en
Italia. En algunas provincias la vid se encuentra sin ningún tipo de apoyo,
recogiendo en si misma sus sarmientos, a tanto más gruesa estos cada vez más
cortos.
(14)[4] En otros lugares los vientos no permiten este tipo de cultura, por ejemplo,
en África y partes de la Galia Narbonense (Sur
de Francia) (II, 46): y no las dejan crecer
más allá de los pulgares (XVII, 35, 26 ), y similar a las plantas siempre que
trabajamos con hoyos, que arrastran por el suelo y como la hierba se extienden
por la tierra, y estas en el interior de África, los razimos alzan el tamaño
corporal de un niño.
[5] No es la uva más agradable por su firmeza,
así que quizá esto es sólo Duracina y como tal el nombre lleva.
(15) Numerosas variedades de tamaño, color, sabor y grano, se multiplican por las variedades de vino. Hay grupos de brillo púrpura, aquí el color de la rosa, también un reflejo de color verde. El blanco y negro son las comunes. La Bumastes son tan grandes como las tetinas. Las llamadas Dactyles tienen muy alargado el grano. La naturaleza, ha desempeñado, junto a la gran y pequeña viña de uva de sabor dulce y se llaman Leptorages
(16)[6] Hay uvas que pasan todo el invierno, colgando al suelo por un nudo.
Otras, recogidas frescas, se colocan, sin mas que su jugo en en ollas de barro
con sus coberteras, y cubiertas de las granillas de uvas que las protegen. Otras
Reciben, el humo de la forja, que toman el sabor el vino: el emperador Tiberio
dio gloria al popular ahumado de las uvas en los hornos de África. Anteriormente
tenían la mayor reputación las uvas de Raetian y las de los campos
de Verona. La desecación producida por el sol hace las uvas pasas que da el
nombre que llevan.
(17)También conservadas en el mosto de uva, se beben en su propio vino. Otras, en el mosto hervido, que las suaviza y pone dulces.
[7] Otros permanecen suspendidos en el sarmiento a un nuevo crecimiento, transparentes
en vidrio. y la austeridad de la pez echada en el pedículo del racimo les hace
durar tanto como el grano puesto en tinajas y cántaros, es para los vinos.
(18)Además, se constató que la uva, proporciona un vino con sabor a pez, de ahí una de las famosas uvas de Viena (XIV, 4 -, 6; XXIII, 24); Arvernes que dan en sus tierras , y la Sotano y Helvia de estas no se sabía en los tiempos de Virgilio, que murió allí hace noventa años.
(19)[8] yo añadiría que en los campamentos la vid, de la mano del centurión,
¿no es la custodia de la autoridad y el mando? y ¿no es la recompensa
que por un lento progreso, que va desde la fila de atrás hasta alcanzar el águila?
y que, incluso en el castigo de los delitos, ¿no es una distinción? Los
viñedos han dado las ideas de las máquinas de asedio. En cuanto a las aplicaciones
médicas, la vid tiene una considerable ventaja, ya que estos vinos son los únicos
remedios.
(20)V. (II.) Fue Demócrito, quien escribió de todas las especies conocidas de los viñedos de Grecia, es el único que piensa que las variedades podrían enumerarse. Otros autores dicen que eran infinitas, afirmación que será aún más cierto si tenemos en cuenta el vino. Por lo tanto, no hablar de todas las especies de vides, se muestra sólo las más notables, en tanto como los viñedos: basta con mencionar los más famosos y los que tienen alguna propiedad única.
(21)[2] La primera fila se da a los viñedos Aminea
(planta
grande), debido
a la fuerza y la vitalidad de los vinos, que está creciendo con su vejez. Hay
cinco especies. La menor tiene el grano más pequeño, tiene mejor la floración
soporta la lluvia y el mal tiempo. Esto no es así en la mayor, que amarrada
a los árboles sufre menos que en yugo a otra vid.
(22)Las otros dos son llamadas Gemelas, al salir siempre de a dos en dos las uvas y el vino tiene un sabor amargo, pero una gran fuerza. la otras dos últimas temen el más mínimo viento del mediodía, mientras que los otros vientos, el Austro, por ejemplo del Monte Vesubio y las colinas del Surrente, y en otras partes de Italia, esta siempre atada a los árboles. El quinto caso se denomina Lanada, y está dando de manera que no debemos sorprendernos de ver árboles en los Seros o en la India, lo primero que las vides de Aminea cuando madura, la uva se pudre en muy rápidamente.
(23)[3] El segundo lugar pertenece a la vid Nomentana, cuya madera es de color
rojo, como algunos la han llamado viñabermeja: le dan menos de vino,
a causa de un exceso de orujos y lías. Resisten muy bien a las heladas, la sequía
la llevan peor que la lluvia, el calor al frío, por lo que prefieren existir
en localidades frías y húmedas. Contra más pequeño el grano produce
más, y del mismo modo la que tiene la hoja menos recortada.
(24)[4] Las viñas Apianas (Moscatel)
recibieron el apodo de las abejas, de las que son muy golosas. Hay dos especies,
que crecen juntas, se las distingue en que una crece con mayor rapidez, aunque
luego la otra madura más apresurada. Ellas no tienen miedo de lugares
fríos, sin embargo, ninguna se pudre más rápido por la lluvia. Que producen
vinos dulces y luego tienen amargura en los últimos años y se hacen bermejos:
es la vid que crece en la mayoría de Etruria.
(25) Estos son los viñedos más famosos de Italia y de esta tierra, otras fueron traídas desde Quíos y Thasos.
[5] No es inferior las vides Griegas en bondad a las Amineas,
el grano es muy pequeño y muy tierno, sólo se logra beneficio de crecer
en un suelo muy rico. La Eugenesia, cuyo nombre indica
que la bondad provenía de las colinas de Taurominium,
solo se ha conseguido que sea generosa en el territorio de Alba; transplantados
en otros lugares, pronto degenera. Algunos viñedos tienen un amor por la tierra
que los había traído, que al abandonarla dejan todo su esplendor, y no toman
en cualquier otro lugar todas sus cualidades.
(26)[6] Esto es lo que le pasará con la vid retica vid Alobrica, que llamamos
(XIV, 3, 7) Picata; famosa en su patria, y que no se conoce en otras partes.
Sin embargo, son productivas, y tienen abundancia en lugares de bondad. Lugares
calientes como la Eugenesia, la retica, lugares templados, la Alobrica (Saboyana),
en los fríos: madura por las heladas, y el fruto es de color negro.
(27) Los vinos de viñedos que hemos enumerado hasta ahora, incluso los de vid de uva negra, vienen con la edad a tener el color blanco. Otras viñas no se conocen.
[7] A veces, sin embargo, por favor del cielo o la tierra, los vinos se pueden
almacenar, por ejemplo, los vinos de vid feceniese y vid biturique
, que florece al mismo tiempo, pero el grano es menos firme. La flor
estas viñas no peligra, porque son apresuradas en salir sus hojas y resistir
el viento y la lluvia, por ello son mejores en frío que en los lugares cálidos,
y en los húmedos que en los lugares en los secos.
(28)La visula produce unos racimos apretados y lleva a mal las variaciones del tiempo, pero es resistente a la temperatura continúa, ya sea frío o calor. En este caso, el menor en el mejor de los casos, pero es difícil en la elección del terruño, que se pudre en el suelo grueso,(¿arcilloso?) y no da en absoluto en un suelo pobre, tal es su delicadeza con la tierra, también es común en las colinas del país Sabines. La uva no es bella a la vista, pero tiene un sabor agradable al gusto. Si no se coge, en el punto justo de madurez, se cae, incluso antes de la podredumbre. El tamaño y la dureza de las hojas la protegen contra el granizo.
(29)[8] la helvoles son notables por su color entre violeta y negro, variando
a menudo y de esto se la da por algunos el nombre de Varianas. De las dos especies
helvoles, preferimos el color negro. Producen cada dos años, y el vino es aún
mejor cuando el cultivo es menos abundante. Las vides Precias se dividen en
dos especies también, se distinguen por el tamaño de los granos, proporcionando
una gran cantidad de sarmientos, y son muy buenas uvas para mantenerlas en las
ánforas, la hoja es similar al apio. Los residentes en
Dyrrachium celebran la uva basílica. En España la llaman cocolobis (cocolobina).
Es menos prieta y es resistentes al calor y el viento del mediodía, el vino
hace irse la cabeza, tiene mucha pegada. Los españoles distinguen dos especies,
una de grano oblongo, y otra alargado, y es la vid que última que se cosecha.
[9] La cocolobis cuanto más dulce tanto
mejor. La que tiene sabor astringente con la vejez se vuelve más suave, y la
que es dulce se convierte en astringente con el tiempo, por lo que este vino
compite con el de Alba: Dicen que es el
mejor para las afecciones de la vejiga. la uva Albuela
produce más cerca de los árboles altos, y la visula
a los bajos, y así plantadas con árboles alrededor de la misma, producen
el doble, gracias a la diversidad de la Naturaleza. Llaman inerticule
e inarticula, a la poco conocida Sobria,
una uva negra, el vino se recomienda, sobre todo cuando es añejo, fuerte,
que hace daño, y que causa temblores la borrachera.
[10] La abundancia de producción es lo que da mérito a otras viñas, y
la primera en este sentido es la vitis
Helvenaca (trepadora). Hay
dos especies: la mayor, que llaman longa y la más pequeña, conocido como
marcum
(Arca): no tan fecunda, pero el vino es más agradable de beber y se diferencian
en sus hojas redondeadas. Pero ambos son delgados, y debe apoyar las ramas con
horcones, de otra suerte no puede sustentar su abundancia de frutos para holgarse
de la brisa marina y el olor del rocío.
[11] Ninguna ama menos Italia que esta vid, donde se da poco, es pequeña, sino
se pudre, y el vino, que produce no pasa del verano, pero no hay otra mejor
para la mala tierra. Gracinus, que tradujo
a Cornelio Celso, cree que no es la naturaleza de esta viña, sino el método
de cultivo codicioso que deja muchos pulgares, lo que impide el éxito en Italia,
y absorbe la fecundidad, si no se previene que la sustancia del suelo sustente
su desgaste. Dicen que no se abochorna ni seca (XVII, 37, 5); que es de alta
calidad. Si es cierto que hay una vid independiente de las influencias celestes.
[12] La vid espionia que algunos llaman
espinea, soporta el calor y la lluvia
caída y se alimenta de las nieblas, y se hermosea con las aguas del Otoño,
por lo que esta en los campos de Ravenna. La venicula es uno de las mas floridas
y sus uvas son muy buenas para mantener en ollas de barro. Los de Campania prefieren
llamarla Surcula, otros Estacula. En Terracina se cría la vid Numisiana
, sin cualidades, y que hace que lo que le da la tierra, pero en las tierras
de Surrente (XXXV, 46), es muy buen vino, pero hasta el monte Vesubio. De hecho,
allí esta la Murgentina (III,
14), de lo mejor, traída de Sicilia, y que algunos llaman la pompeyana que da
mucho fruto en el Lacio. Del mismo modo la horconia
en Campania, que es solo buena para comer, pero de mucha abundancia. La
Merica permanece durante años, y totalmente resistente a todas las influencias
de las constelaciones, la uva es de color negro, y el vino rojo con la edad.
[13] (III.) Hasta el momento hemos hablado en general, de las especies muy extendidas.
Pertenecen a otras partes, a las localidades, o son el producto del injerto.
Así tudernis tuderna y Florencia-tudernis son específicas de la Toscana. En
Aretium Arezo la talpana la Etesiaca y coseminia son excelentes.
La talpana negra da un vino blanco, la Etesiaca
es engañosa; cuanto más da, más bueno es el vino, pero algo único, con la fertilidad
se hecha perder. El vino negro de la Coseminia no dura nada, la uva se cosecha
quince días más tarde que cualquier otro, da fértil cosecha y las uvas
son buenas para comer;
[14] las hojas, al igual que la vid lambrusca (silvestre),
toman el color de la sangre antes de caerse. Esto puede ser visto en otros viñedos,
y es un indicio de muy mala calidad. Irtiola,
es exclusiva de Umbría, y la Mevanate y
Picenum;
la Pumula en el territorio de Amiterne.
En estos territorios es la Bannanica, la que induce a error pero la
aman. La ciudad de Pompeya (III, 9) dio el nombre a la vid pompeyana, que, sin
embargo, es más fructífera en la tierra de Clusium. Y se llama Tiburtina en
Tibur (III, 17), un territorio en el que llegamos a encontrar la Oleaginen,
llamada así por su parecido con la aceituna, es la última especie encontrada.
[15]Solo los Sabinos y Laurentis (III, 9) han conocido la Vinaciola. Se que
de los viñedos del Monte gaurus Gauranas (III, 9; XIV, 8, 9), se llevaron a
Falerna llegado a ser llamada, Falerna; las plantas Falerna se pierden rápidamente.
Algunos también han llamado Tarentina (XIV, 8, 9), a una uvas muy dulces.
La capnia buconiates
y tarrupia
las laderas de Thurium, no se vendimia antes de las heladas. Goza de la viña Faria, Pifa; Módena la Prufinia,
cuyo grano es de color negro y cuyo vino se vuelve blanco al final de cuatro
años. Lo singular es una uva que sigue el sol en su movimiento, y es llamado
por esto streptis. En Italia, nos gusta la vid
de los galos, y el Picenum más allá de los Alpes. Virgilio (Géorg., II, 91)
ha nombrado a las tasias , las
mareotidas y las Lageas, y varias viñas extranjeras que no se
encuentran en Italia.
[16] Son notables por el sabor de las uvas, no
por el vino, La Ambrosiaca y la
Duracina (xiv, 3, 5) que pueden mantenerse en la misma vid, sin ponerse
en hoyas de barro, ya que es resistente al frío el calor y el mal tiempo. Ni
El orthampelos (XIV, 3, 3) necesita de árboles o estacas, para apoyarse: no
puede hacerlo así la dactylides, que son delgadas como un dedo. Las Colombinas
Colubinas tienen grandes razimos, y especialmente púrpureas la Columbine, apodada bimammie que no tienen racimos porque
no son racimos, sino otras uvas, (grumos)
[17] Sin embargo, la llamada Tripedanea (tres
pies), cuyo nombre proviene de la dimensión del racimo. El grano de la Scirpula es arrugado, y la Rhetica,
llamada así en los Alpes Marítimos, y difiere de la anterior en ser muy loada
(XIV, 3, 6). El racimo es corto apretado, dando un mal vino, pero con la piel
muy fina, y sólo una muy pequeña semilla que se llama chiusa,
y tiene el razimo una o dos uvas muy grandes. Todavía la
Aminea que es negra
y la llaman Syriaca. La española es la
más inferior de las especies.
[18] En lops soportales y cenadores de huertas se ponen Escarias con los granos
como de yedra blancos y negros, y la duracina entre el blanco y negro; bumastes
el blanco y negro, y entre las vides todavía no he nombrado, la vid de Égium (IV, 6), Rhodia y la uncial,
nombre por dar una idea de peso del grano, y la pucina,
que es el más oscuro de todos, y la Stephanites
que, por un juego de la naturaleza, tiene la forma de una ofrenda floral, entre
sus granos nacen hojas que los rodean como una corona, los viñedos llamados Forenfes, que maduran muy presto, de buena
vista para vender, y fácil de llevar. Desagrada por el contrario, incluso a
la vista la Cirenea, la rabuscula y
la asinisca; desagrada menos en la Alopecis,
que imita a la cola del zorro.
[19] Se llama Alexandrina a una vid que esta cerca de Phalacra. Es pequeña,
las ramas del tamaño de un codo, la uva negra y grande como un haba y la granilla
blanda y con pequeños racimos torcidos y oblicuos y muy suave, la hoja es pequeña,
redonda y sin divisiones. Se encontró hace siete años, en Alba
Helvia Alua-Eluia en la provincia de Narbona, una flor de vid que florece
en un día, que por esto es en gran parte inmune a los accidentes. Se llama Narbona
y hoy está plantada por toda la provincia.
(44)V. (Capítulo IV.) Caton el viejo, como lo demuestra en el Triunfo y Censura, insigne por su fama en las letras, y la atención que tuvo en dar razones y preceptos a los romanos y sobre todas las cosas de utilidad, pero principalmente el cultivo de la tierra, el viejo Catón, un agricultor sin rival en su época, nombró sólo algunas especies de vides, y nombres de algunas ya se han olvidado.
(45)Debo incluir, todos sus contenidos, para saber qué plantas han cambiado su nombre por el año 600 de Roma, siendo en la toma de Cartago y Corinto cuando él murió, y cómo la civilización avanzado desde entonces) doscientos treinta años.
(46)[2] Él escribió de los viñedos y las uvas (De nuevo el óxido., Cap.
VI): "En el terreno más favorable a la vid y expuesto al sol, plantarás
la pequeña Aminea, ya las dos Eugenias, y la pequeña Heluina. En la tierra
más grasa y más propensa a la niebla, la gran planta Aminea
mayor o Murgentina, la Apicia, y la Lucana. Otras viñas crecen a pesar
del tipo de las tierras. Está muy bien en cualquier campo en su mayoría
mezcladas con la duracina y Ammineas mayores son buenas y my convenientes colgando
al suelo, o expuestas en una forja (ahumadas),
así como mantenidas las pasas.
(47)"No hay por encima de estos preceptos más antiguos en latín, ¡tan cerca estamos del origen de las cosas!"
[3] La vid Aminea de que he hablado, la llama Escanciana Varron. Nuestro tiempo ha proporcionado algunos ejemplos de
la habilidad en este arte, es una razón para no dejar de citar ejemplos el conocer
los beneficios, los beneficios en todas las cosas es lo que se considera más.
Acilius Sthénélus, hijo de un plebeyo en libertad, ha ganado mucha gloria por
el cultivo de un viñedo en el territorio de Nomente, lo que llegó a un
trato no más de sesenta yugadas (la
yugada= 2700 m2 aprox. 16 hectáreas),
Y las vendió en 400,000 sestercios
(¿sestercio=10€?)
. Vetulenus Aegialus, también
hijo de un esclavo liberado, fue también en los campos Liternum (III, 9), en
Campania, siendo favorecido públicamente su repoblación, ya que cultivan
el lugar del exilio de Scipion el Africano.
[4] Sin embargo, uno cuya fama fue mayor, es decir, utilizando la misma Sthénélus,
es Rhemmius Palemon, famoso gramático, que compraron hace veinte años, un campo
a un precio de 600.000 sestercios en el mismo territorio a no menos de diez
millas (milla romana aprox 1,5 km) de
Roma. Sabemos por todos los lugares de la utilidad de esta compra vendida por
mucho menos, ya que se habían descuidado, y estaba ubicada en un fondo que,
y no eran de las peores tierras sino de las mejores. Se comenzó a trabajar, no
para hacer algo útil, sino por vanidad que era conocida: los viñedos estaban
completamente rotos, e injertándolos con
Sthenelo el llamado agricultor tiene este resultado, difícil de creer, que después
de ocho años la vendimia se subastó a un precio de 400.000 sestercios:
[6] Y corrió el mundo entero a ver la uva en pilas de estos viñedos. Los vecinos,
para excusar su pereza, atribuyeron este éxito a su profundo conocimiento en
las cartas y, por último, Anneus Séneca, príncipe por su conocimiento y poder,
que terminó siendo excesivo; Séneca , que ciertamente no era un admirador
de frivolidades, por lo que enamoró de este campo, que no tuvo miedo
de dar la victoria a un hombre que se jactó de que odiaba y, además, pagar,
después de unos diez años, a la propiedad cuatro veces más de lo que había costado.
Es una habilidad digna de ser aplicado a los suelos de Cécube y Setia, que de
hecho ya han visitado a menudo cada yugada siete culeos (tinaja
de 518 litros),
es decir, 140 ánforas de mosto (aprox. 26
litros el ánfora romana , 3.640 litros). Y por
que no crean que en la antigüedad no se superó esto: el mismo Caton informó
de que cada yugada había producido diez culeos de mosto (5.180
litros); decisivos ejemplos que demuestran que cruzar los mares y comprar
los productos en las riberas del Mar Rojo o en el Océano Índico, no hacen en
el mercado más, que el agricultor y la tierra cultivada.
VI. [1] El más antiguo es el famoso vino Meroneo (IV, 18), en la costa de Tracia; del que Homero (Odisea 9-193) habla. Dejo de lado los mitos y tradiciones sobre los orígenes, sólo tomo nota de que Aristeo (VII, 57, 8), es el primero que ha envuelto el vino con miel, dos productos naturales de excelencia y un resultado maravilloso. Homero dice (Od., IX, 308) que hay que poner veinte veces más cantidad de agua con el Meroneo . El vino de este campo es siempre tan generoso y enérgico como indomable.
(55) [2] Mucianus, tres veces cónsul, uno de nuestros últimos escritores, dice
de verlo, con una mezcla de con cada sextario (0,54
de litro) de vino ocho de agua, añade que este vino es negro, fragantes,
convirtiéndose en grasa con la edad. El vino Pramnio, que Homero (Iliada
XI-618) elogió, y todavía se está honrando, nace en el territorio
de Esmirna, en torno al templo de la Madre de los dioses. Entre otros que no
cita se ha utilizado para las celebridades.
(55) Sucedió que todos los vinos eran buenos el año del consulado de L. Opimius (XXXIII, 48), cuando fue asesinado Cayo Graco, mientras desde la tribuna, agitaba a la plebe: hubo entonces aquel sol que llaman coctura (mucho calor), y por obra y acción, dicen, del sol fue la uva.
[3] fue el año de Roma 633 (II, 29; XIV, 16), y todavía hay de estos vinos,
que por lo tanto, tienen casi doscientos años, y que están convertidos
en una miel de sabor amargo. Esto, es una propiedad de los vinos muy viejos,
que no pueden beberse puros, que se tienen que mezclar con agua, para someterle
la amargura, es el resultado de la vejez (XXIII, 22). Sin embargo, una pequeña
cantidad de vino es suficiente para auxiliar a otros vinos.
(56) Vamos, a estimar de acuerdo con la evaluación del tiempo de Opimius, el precio de ánfora estaba a 100 sestercios, a esto se añadió el interés de 100 sestercios y honorarios jurídicos, al final de ciento sesenta años por el precio. Durante el reinado de Calígula, hijo de Germánico, hay 100 años contando la vida del poeta Pomponius Segundo (VII-80) y la comida que dio al príncipe habría costado tantos dineros como hay en los bancos de la capital.
(57)[4] Ninguno de ellos crece más valioso a partir del vigésimo año, y desde
ahí se vuelve el más caro, porque el precio no aumenta. En raras ocasiones,
de hecho, vimos a la gente más extravagantes y glotona, pagar 1000 sestercios
por un ánfora. Se dice que solo los vieneses, han vendido sus vinos peceños
más caros, hablamos (XIV, 3), pero entre ellos, pensando, para su amor patrio.
Este vino, bebido fresco, parece más frío que otros.
(58)VII. (Capítulo V.) [1] Como naturalidad del vino se toma en copa, dejando una sensación de calidez interior; refrescando las partes externas. No va a estar fuera de lugar referirse aquí que Androcydes, famoso por su sabiduría, escribió a Alejandro el Grande, para poner freno a la intemperancia del príncipe: "Cuando usted bebe vino, oh rey, recuerde - que usted bebe la sangre de la tierra! cicuta es veneno para las personas, el vino es cicuta (XXIII, 23; XXV, 95) para Alejandro Si ha seguido el consejo, no será la embriaguez, quien mate a tus amigos". A fin de cuentas, o puede decir con razón que no hay cosa más útil para fortalecer el cuerpo, ni cosa más mortal en su contento si no evitamos los excesos.
VIII. (VI)
[1] Entre los vinos, ¿quién duda de que algunos
son más agradables que otros?, o que los vinos del mismo lote tienen diferentes
calidades, ya sea a causa del ánfora, o, ¿por alguna circunstancia fortuita?
Por lo tanto, cada juez tendrá una regla. Livia Augusta, que vivió noventa
y dos años, atribuyó su longevidad al vino Pucinum (III-22-2);
ella no bebió de ningún otro: llegó de cerca del golfo Adriático, no
lejos de Timave en una colina rocosas, donde el viento del mar no deja que maduren
muchas ánforas, parece en general que es lo mejor para usos medicinales.
[2] Me inclino a creer que este vino del Golfo Adriático es al que dieron los
griegos, el nombre Pictanon, elogiado maravillosamente. El divino Augusto
prefería
a todos los demás vinos el de Setia, y casi todos los príncipes sucesores siguieron
su ejemplo, como la experiencia demuestra que este licor era poco indigesto.
Viene del Foro de Apio (III, 9, 11). Anteriormente tenía la reputación
de ser el más generoso vino el Cecubo (III, 9, 7) que se daba en los lugares
pantanosos, en todo el Golfo de Amycle: Esta viña ha desaparecido, gracias a
la imprudencia de los agricultores, a su pequeño tamaño, y más aún a causa del
canal navegable que Nerón ha comenzado a excavar desde el lago Bayano
hasta Ostia.
[3] El segundo lugar fue dado al de los campos de Falerna, especialmente en
Falerna el Faustiano. El crédito se debió a la atención y la cultura, que cayeron
hoy, que se deben más a la cantidad que la calidad. La viña comienza en Falerna
desde el Puente Capua yendo a izquierda, cuando vamos a la colonia de Silla,
recientemente sujeta a Capua; pero el Faustiano están las viña aproximadamente
cuatro millas de una aldea cercana a Cedia (XI, 97), que es remota aldea a seis
millas de Sinuessa. No hay Vino más popular ni con mejor opinión. Hay
tres especies: el astringente, dulce y ligero. Algunos, haciendo otras distinciones,
por ejemplo el Gaurano (XIX, 4. 15) viene en la parte superior de las colinas,
en medio se da el Faustiano y Falerna continuación en los bajos. No hay que
olvidar que ninguno de estos famosos vinos procede de uvas sabrosas
[4] En tercer lugar de honor tienen varios vinos Albanos cercanos a Roma, muy
suaves y raros, muy dulces con alguna astringencia. Los vinos de Surrente, que
nacen sólo en estas viñas, son muy buenos para los convalecientes, debido
a su ligereza y sus cualidades beneficiosas. El emperador Tiberio dijo que los
médicos habían acordado dar celebridad al vino Surrente, pero que era un buen
vinagre, Calígula, su sucesor, le llamaba noble vappa (mediocre
insigne).
[5] La tercera fila es aún discutida por los viñedos Masticos, que desde la
cima del monte Gaurus, mirando a Pocuelos y Bayas. En cuanto a los vinos en
el Statanos cercanos de Falerna, que una vez fue la primera fila: esto es, sin
duda, y demostraron claramente que las tierras tienen sus períodos, como las
cosas tienen su crecimiento y su decaimiento. Generalmente preferían
los vinos Calenos (III, 9, 7), que son vecinos, (III, 9, 6), y nacen entre viñedos
y arbustos. También se considera el vino Veliternos y Privernano, cerca de Roma.
En cuanto al de Signia, que tiene un exceso de astringencia, está entre los
fármacos, es específico para detener la flojera de vientre.
[6] La cuarta fila los Mamertinos se daban en las comidas públicas por el dios
Julio
César, quien primero lo puso a favor, como se ve en sus cartas. El Mamertino
viene de los alrededores de Messina en Sicilia, y los potulanos que recogen
el nombre y de su primer agricultor, es la variedad que cree en la parte más
cercana de Sicilia a Italia. El Tanromino vino siciliano también es muy conocido,
y se pone en las frascas por Mamertinos.
[7] Entre otros vinos, se cita
desde el mar Superior, los de Pretufia (III, 18) y los de Ancona, y los vinos
nombrados Palmesianos (III, 18), quizás debido a la uva palma no siendo casualidad
que estén en el mismo lugar. En el interior del país son los vinos Cesen
(III, 20) y los de Mecenas, en Verona, el vino Rhetico que Virgilio (Géorg.,
II, 95j) solo prefiere antes a los de Falerna. Desde el Golfo los vinos Adrianos
(III 20), pero ya en el interior, los vinos Latinienses
los Graviscanos y Estatonienses. los vinos de Luna tienen la palma en Etruria,
entre los de Liguria los de Génova.
[8] Entre los Pirineos y los Alpes, los de Marsella tienen dos vinos, uno, más grueso y como ellos dicen, suculento, se utiliza para dar sabor a otros, El más famoso allá en el interior en las Galias es el de Béziers. En cuanto a los productos distintos de la provincia de Narbona, nada se puede decir: los inquilinos de este país fabrican este producto básico, y sus vinos con humo y quiera el cielo que no añadan hierbas e ingredientes nocivos, que compran aloe, con los que alteran el sabor y el color.
[9] En las regiones lejos de Italia no faltan vinos: como el vino de Tarento
los de Servicta, los de Consencía (III, 10), los de Tempsa los de los Babia
y Lucanos, incluidos los vinos Thurium aventajados. Pero el más famoso de todos
es el Lagatinos, por haberlo utilizado para su salud y bebido ampliamente Messala,
que se da cerca de Grumentum (III 10). Recientemente, los nuevos vinos de la
Campania, ya sea por el bien hacer o por suerte, se hacen famosos. A cuatro
millas de Nápoles están los Trebellinos. El vino Caulin cerca de Capua
y el vino Trébulano en sus campos( III, 9);, En Campania siempre han glorificado
los vinos trifolinos la gente común. Los Vinos de Pompeya (III, 9) han alcanzado
su perfección luego de envejecer diez años y nada más que ganar a medida
que envejecen;
[10] tienen el inconveniente de causar dolor de cabeza hasta la sexta hora del
día (mediodía). Estos ejemplos,
en mi opinión, demuestra que lo que importa es la tierra y el suelo, no la uva,
y no es necesario probar una lista de las especies, ya que la misma vid, transplantada,
ofrece productos diferentes. Los Viñedos laletanos (III, 4), en España, son
reconocidos por la abundancia de vino que dan, los de Tarragona y Lauron por
sus cualidades brillantes: los de las Islas Baleares se comparan con los primeros
vinos de Italia. La mayoría de los lectores pensarán, que he hecho muchas
omisiones, porque todo el mundo considera el suyo el mejor vino, y en todas
partes escuchamos la misma historia. A saber, un esclavo del divino Augusto,
gourmet de palacio de los mejores, por degustar los vinos de la mesa imperial,
dijo probando un vino de un país extranjero "El sabor de este vino me es nuevo
y no es de la más alta calidad para beber el César si no tiene otra bebida"
No voy a negar, tampoco, que hay otros dignos de la reputación, pero los vinos
que se muestran son los que se han juzgado en su tiempo.
(73) IX. (Capítulo VII.) [1] Ahora nos fijamos de la misma manera en los vinos procedentes del extranjero. Después de aquellos vinos designados por Homero y de los que hablamos (XIV, 6), los más famosos fueron los de Thasos, uno de Quios, y entre los vinos de Quíos, los llamados Arvisio. El vino de Lesbos se tomaba, por la autoridad de Erasistrato, gran médico, alrededor del año de Roma 450. Ahora el más solicitados es el de Clazomène (V, 3L), puesto que tienen menos agua de mar mezclada con el vino.
(74) El Lesbos tiene un sabor de agua de mar natural. El Tmolitos (V-110) no se considera para beberlo solo, pero debido a su suavidad, se mezcla con otros para reducirles la dureza, ya que inmediatamente después de la mezcla parecen más añejos.
[2] Después estarían los vinos de Sicyon, Chipre, Telmesse, Trípoli,
y en Beryte, el Sebenytico: Este vino, que se encuentra en Egipto, es famoso
por hacerse con tres especies de uva, la thasia (XIV, 22), la Ethala y Peuce.
Luego dicen del vino hippodamancio, el Mistico, el cantharita, el Protropo Gnidio
gota, el catacecaumenita , el Petritis y el Myconio (IV, 22): en cuanto al Mesogite
es reconoció que a causa de dolor de cabeza, el Efesio no es sano, ya que combina
el agua de mar y vino. El vino de Apamea (V, 29) se dice que es muy buen vino
dulce, como el pretutien en Italia. Cabe señalar esta particularidad, que la
mezcla de dos sustancias dulces no da un buen resultado. El protagion ya se
olvidó; la escuela de Asclepio lo había puesto junto a los vinos italianos.
El médico Apolodoro, en el libro que le dijo el rey Ptolomeo sobre que vinos
tenía que beber, ha elogiado el Naspercénito en el Ponto, y luego el
Oretico ( IV, 20), el Enéate el leucadio, el Ambraciote, y que prefería a todos
los vinos el Preparencio (IV, 23), pero él dice que tiene una reputación menor,
porque perdía el gusto después de seis años.
X. (Capítulo VIII.)
[1] Con los vinos cuya bondad se debe a la tierra. En Grecia, el vino se llama
Bion (¿vida?), curaba variadas
enfermedades, como decimos luego en el tratado de la medicina (XXIII, 26). Se
prepara de la siguiente manera: uvas, recogidas justo antes de la madurez, se
secan al sol y revolviéndolas tres veces al día durante tres días y al cuarto,
se prensa, se pone el vino en vasos, y se lo deja envejecer al sol. El que el
pueblo le mezcla agua de mar en grandes cantidades, debido a la invención de
un esclavo que reparaba así su robo y se aplicó al vino blanco de nuevo,
y su ajuste se llama Leuconium.
[2] En otros países, se prepara de la misma manera el vino llamado tethalasomenon
. Es thalessite se hace metiendo los vasos en el mar, envejeciendo el vino antes
de su tiempo. Caton ha enseñado para hacer el vino Coo Italiano: que se deberá
indicar además de la preparación, que se cociese durante cuatro años al sol.
Los vinos de Rodas son similares al de Cos; el phorineo es más salado. Se estima
que todos los vinos transmarinos en seis o siete años están a mitad de
su vejez.
XI. (Capítulo IX)
[1] Los vinos dulces no son fragantes, el vino cuanto más ligero, es más
oloroso. Los vinos tienen cuatro colores: blanco, amarillo, rojo y negro. El
psythio y melampsythio son especies de vino de pasas, tienen un sabor especial,
no de vino. El cysibilite y Alintio (III, 14, 4) tienen el sabor del vino dulce,
el primero viene de Galatia, el segundo de Sicilia. En cuanto al sireon, llamado
Epsema, y por los romanos Sapa, Es producto del arte no de la naturaleza: se
prepara cociendo hasta que se reduce a un tercio, cuando se reduce a la mitad,
se llama frutum. Todos estos vinos han sido diseñadas para falsificar la miel,
pero los que hemos hablado primero se debe sólo a la uva y la tierra. Después
del vino de Creta, está el vino de pasas de Cilicia, y el de África,
tanto en Italia como en provincias vecinas.
[2] Es cierto que lo hacen con las uvas que los griegos llaman Stica, y nosotros
con la Apiana (XIV, 4); El scirpule (XIV, 4); también se hace con uva
pasas dejadas mucho tiempo en la vid a la luz del sol, o se sumergen en aceite
hirviendo. Algunos lo hacen con uva blanca suave, siempre muy madura y secada
al sol, hasta que su peso se reduce en poco menos de la mitad, luego aplastadas
y exprimidas suavemente, y luego se añade con agua del pozo tanta como
se saco exprimiendo, siendo el segundo que produce en calidad del vino de pasas.
Los fabricantes más cuidadosos, secan solo las uvas de la misma manera, sin
escobajos, y las humedecen sin el escobajo, resultando un excelente vino, hasta
que se hincha, entonces instan. Este tipo de vino se estima más que a otros,
agregando el agua como el anterior, el resultado es a través de cocido de segunda
calidad.
[3] lo que llaman Egleuces los griegos, es intermedio entre el vino dulce, es
debido al cuidado que tomamos para evitar que fermente (así llamado al
paso del mosto a vino): el jugo de las cubeta luego de exprimido es inmediatamente
sumergido en el agua hasta que el solsticio de invierno ha pasado y recoja las
heladas de la temporada. Hay también una especie de Egleuces natural, que es
llamado dulce por los Voncios habitantes de la provincia de Narbona.
[4] Para mantener la uva en pie largo tiempo, se tuerce el tallo del racimo.
Otros cortan el sarmiento, incluso hasta la médula haciendo que permanezcan
las uvas secas sobre las vides, otros las secan sobre tejas. Sólo la vid helvénaque
(XIV, 3) se utiliza para este propósito. Algunos agregan a la lista de vinos
dulces el diachiton: se realiza mediante el secado de la uva en un área cerrada
durante siete días en barreños levantados del suelo unos pies, defendiéndolas
del rocío de la noche, y pisándolas en el octavo día, esta preparación
se dice que da un vino de un buen gusto y olfato. El Melites es también del
tipo de vinos dulces, miel y vino difiere en el sentido de que se hace con el
vino: la licencia que combina cinco congios de mostos astringente y un congio de
miel y un cyato (0,046
litros,s) de la sal que se
ha cocido junto, es astringente. Entre las bebidas también se ha puesto el llamado
por algunos protropo; y que algunos llaman al mosto que fluye espontáneamente
antes de que pisar la uva. antes de ponerlo en vasijas, se deja que el proceso
de fermentación y luego si e puede se pone al sol durante cuarenta días en el
verano, nada más empezar la canícula.
XII. (Capitulo X)
[1] No se puede justamente llamar vinos aquellos nombrado por los griegos Deuterios
y por Caton y Lora (piqueta), se prepara la maceración de la uva en el agua:
sin embargo, son vinos de piqueta para los trabajadores. Hay tres especies.
Primer caso: se añade agua a la décima parte del mosto exprimido y se remoja
la casca dejándola macerar el mosto durante un día y una noche, y de nuevo se
lleva de nuevo a la prensa. Segundo caso, es el proceso de los griegos: añaden
de agua la tercera parte de lo prensado, porque se redujo un tercio por la
fermentación.
Tercer caso: se obliga con la prensa las heces del vino y que Catón llama fecatum
(Re óxido., Cap. 158). Ninguno de estos vinos duran más de un año.
XIII. (Capítulo XI.)
[1] Si bien con este escrito me di cuenta de que ochenta y cuatro especies de
vinos se han hecho famosos en todo el universo Italia produce alrededor de dos
tercios, por lo que lleva mucho a todos los demás países. Para llevar a cabo
esta reflexión, me doy cuenta de que los vinos de Italia no han sido favorecidos
los primeros, (XII.) y han comenzado a tener reputación después del año 600
de la fundación de Roma.
(88)XIV. [1] Rómulo comenzó a hacer libaciones con leche y no con el vino, esto demuestra que los ritos religiosos establecidos por él, y que observamos hoy. La ley de Numa la Postumia, dice: "No rocíes con vino la pira del difunto" No cabe duda de que se hizo esta ley debido a la escasez del vino. Por la misma ley veda libaciones a los dioses con el vino de un viñedo no podado, dando la fuerza al podar la viña ya que pocas personas llevaban la cultura de los árboles que soportan. Terentius Marcus Varro dice que Mecencio. rey de Etruria, dió el favor a Rutulis contra los latinos, a condición de darle el vino que estaba en el territorio de Lazio.
(89)[2] (XIII) En Roma no se permitía a las mujeres beber. Encontramos
que entre las historias de las mujeres, la de Egnacio Mecenio fue asesinada
por su esposo a golpes porque había bebido vino de una tinaja, y fue absuelto
del asesinato por Rómulo. Favius Pictor, en sus Anales, escribió que una mujer
la forzaron los suyos a morir de hambre por tomar las bolsas donde estaban las
llaves de la bodega.
(90) Caton dijo que era uso besar los parientes a las mujeres para notarles el olor al vino Temeto. A partir del cual la palabra temulentia (embriaguez). Ceneo Domitius el juez, a una mujer por haber bebido sin que su marido lo supiera, más de su salud hizo, la condenó a la pérdida de su dote. Tiempos en que fue muy barato en Roma el vino.
(91)[3] Lelio Papirio Imperator, listo para la batalla de Samnites, ofreció
a Júpiter un vaso de vino, y obtuvo la victoria. Pero por último, encontramos
la mención de las donaciones de sextarios de leche, y nunca de vino. Caton,
en su viaje por mar a España, donde regresó con el triunfo, dijo: "No tengo
otro vino sino el que beben los remeros;" muy diferente del utilizado para sus
otros invitados que el vino de ellos, o que les reemplazaban en el transcurso
de la comida.
XV.[1] Los vinos más apreciados entre los antiguos, eran perfumados con mirra,
como se ha visto en la comedia de Plauto, en el persa. Sin embargo, se recomienda
añadir el fragante calamus (XII, 49), por lo que algunos piensan que es el primero
en buscar vinos con sabor particular (XIV, 19, 6). Sin embargo, Fabius Dosenus
decide la cuestión con estos versos: "Me envió un buen vino mirra." Y en
Acharistion:" Pan, vino, vino y polenta mirra." Veo que Scevola, Lelius
y Atteius Capitone tienen la misma opinión, porque se lee en la Pseudolus (Ley
II, Escena 4, v. 729): "Si es necesario dar alguna dulzura, ¿cuál es? CHAR ..¿
y usted me lo pregunta? De mirra, vino de pasas, cocidos en vino miel." Esto
demuestra que la mirra no sólo figuraba entre los vinos, sino también entre
los dulces.
XVI. (XIV.)[1] A partir del año 633 de Roma, se había visto
el vino en cueva o bodegas subterráneas, esto queda demostrado con el vino Opimiun.
Italia comenzó a comprender los beneficios que había en ello, sin embargo,
los géneros que se conocen aún no tenían ni estima ni reputación,
por lo que todos los vinos en esos años tienen el nombre de un solo cónsul
Opimius (XIV, 4). Los vinos del exterior estuvieron de
moda mucho después, y hasta el momento de nuestros abuelos, incluso después
del descubrimiento de Falerna, como se muestra en el presente a un poeta cómico,
"pondré del vino Thasos cinco y dos de Falerna." P. Licinio Craso y Julio
César L. censores en el año 665 de Roma, prohibió la venta a más de ocho
el cuadrantal (1,3
litros) de vino griego y Ammineo:
estos son los términos del Decreto griego. El vino era
tan considerado, que dan a beber un poco en una comida.
XVII.
[1] Marcus Terentius Varro nos dice que vinos son los más apreciados para la
mesa: «Lelio Lucullus, siendo aún hijo, nunca vio, con su padre,
incluso en comidas espléndidas, que sirvieran más de una vez vino griego.
Él cuando regresó de Asia, se distribuyeron generosamente a personas en más
de cien mil cadus (vasija
sin una capacidad determinada,
como actualmente un barril). Cayo Sentius, al que vimos de
prestamista, dijo que el vino de Quios no entró en su casa antes de que el médico
se lo hubiera recetado para la enfermedad del corazón (XI, 71, 1.)
[2] Hortensius dejó a su heredero más de diez mil cadus de vino. Y estas fueron las palabras de Varro.
(XV)¿No se oye del César dictador, que las comidas por su triunfo, como hacia él que distribuía por cada grupo de comensales un ánfora de vino Falerna y de Chio? En su triunfo en España, dio de Quios y Falerna. Nombrado épulon (sacerdote encargado de establecer las comidas de los dioses) en su tercer consulado, se distribuyó el Falerna, de Quios, Lesbos y Mamertino: Es la primera vez que se utilizó cuatro variedades de vino. y desde entonces todos los demás cogieron la moda, alrededor del año 700 de la fundación de Roma.
XVIII. (capítulo XVI.)
[1] No es de extrañar, como hemos imaginado, que hace siglos, existiera un número
casi infinito de vinos artificiales, de los que voy a hablar ahora: son todos
los empleados de los usos médicos. Hemos dicho en un libro anterior, sobre el
perfume, la forma en que preparó el omphacium (XII, 6L). Con la vid que es lo
que llamamos el enanthia: se pone a macerar con dos libras de flores de vid
silvestre en un cadus (30 o 40 litros.) y se trasiega luego de treinta días.
Además, la raíz y las uvas de la vid se utilizan en la preparación de las pieles.
Estas uvas, poco después de la floración, es un singular remedio para bajar
el calor del cuerpo en la enfermedad, se dice que es una parte muy frío muere
por el calor, y el otro que resiste, se les llama solsticio ni uno ni el otro
no maduran, antes de que el grupo se marchite, o se cocinan o se dan de comer
a los pollos, que les quita la necesidad de picar las uvas.
XIX.
[1] El primer vino artificial, lo llaman adyname, Siguiendo la preparación:
se ponen veinte sextarios (10,5
litros) de vino blanco y diez sextarios de agua y se hierve hasta
que se evaporen diez sextarios. Otros ponen de agua de mar diez
sextarios y diez
sextarios de lluvia, y los dejan cuarenta días en el sol. Se les da a los pacientes
para los que se teme los efectos nocivos del vino.
[2] El siguiente vino artificial se hace con semillas maduras de mijo: macerando
en dos congios de mostos, una libra y cuarto de semillas con paja, colando el
mosto después de siete meses. Ya se dijo cómo se hace el vino del Loto, del
árbol de loto, del fruto del loto y, de la hierba del loto (XIII,
32).
[3] Diremos también como se hacen los vinos de frutas, para lo cual solo añadiremos
las explicaciones necesarias. Primero se hace con las palmas (XIII, 9), que
hacen los partos y usan también los indios y por todo el Oriente: se
necesita un muid (¿celemín?)
de dátiles, que estén maduros, y se les
pone tres cogios de agua (10
litr aprox); puestos
a macerar, se exprimen. El sycite de higos se hace igual, algunos lo llaman
palmiprimo, otros lo llaman catorchite: Si no queremos que sea dulce, ponemos,
en lugar de agua, una cantidad igual de orujo de uva. Con higos en Chipre (XIII,
15) se hace también un excelente vinagre, y es aún mejor que el de Alejandría.
También se obtiene con el vino de siliqua en Siria (XIII, 16), con peras y manzanas
de todo tipo;
[4] Con las granadas, se hace el vino que se llama Rhoyte y que se puede hacer
con los frutos de cornejo, el mespilis, los sorvis,
moras secas, y piñones de piña de pino, Se remojan estas en mosto
y se exprimen. Estas dichos son dulces por sí mismos. Vamos a explicar (XV,
37) el proceso que Caton dijo para producir vinos de mirto, los griegos tienen
una forma diferente: se hierven ramas tiernas con sus hojas en el vino blanco,
haciendo una pasta, y ponen una libra a hervir en mostos por cada tres congios
de mosto, hasta reducirlo en un tercio. Los vinos elaborados de esta manera
con el mirto, al que se hace con las bayas silvestres del mirto lo llaman myrtidanum
y mancha las manos.
[5] Entre las plantas cultivadas en los jardines, el vino se hace con rábano
picante, espárragos, ajedrea, orégano, semillas de apio (Apium graveolens L.), Auron (artemisia abrotanum, L.), mentastre, rue (Ruta graveolens L.),
la Nepeta (Nepeta cataria, L.), tomillo (thymnus serptyllum, L.), marrubio (marrubium
vulgare L.). Nos reunimos con dos manojos en un cadus
(30 a 40 litros.) Hierba, un sextario (0,54 litros) de vino sapa, y
una hemina (0,27 litr) del agua de mar, par hacer vino de nabo se hace poniendo el
peso de doce denarios (3,9
gramos el denario, aprox. 47gramos)
de nabo en dos sextarios de mosto,
también se
hace con la cebolla. Con las flores, se hace vino: con una pila de rosas machacadas
en una tela que las envuelve con un poco de peso, para hacerla caer al fondo
del recipiente, la dosis es peso cuarenta denarios por veinte sextarios de mosto;
y no se abre el frasco antes de tres meses. Funciona de la misma forma en que
el nardo galo (Valeriana Céltica, L.) y del nardo silvestre (XII, 26), que da
aroma a cada vino.
[6] Me pareció que hizo aromáticos los vinos, cuya composición difiere poco
en los sabores: en primer lugar, como hemos dicho (XIV, 15), con la mirra, y
luego con el nardo Celtico, calamus fragante, eL Aspalato (Convolvulus scoparius,
L.) y se hace con estas sustancias en masa aplastada, que se echa en el mosto
o en el vino dulce. Otros vinos aromáticos con calamus, caña odorante (Andropogon
schoenanthus, L.), costus (costus indicus, L.), nardo de Siria (Andropogon nardus,
L.), amonio (XII, 42), Canela (XII, 43), cinnamomi, azafrán
(Crocus sativus L.), la palma, el Asarum (Asarum europeum, L.), sino que también
hace con las masas aplastadas. Otros agregan media libra
de nardo y malabantro (XII, 59) en dos congios de mosto. En tanto se hacen hoy
en dia, con la adición de miel y pimienta, el vino es llamado por unos códiros
por otros pimentados. También se habla de un vino llamado nectarite, elaborado
con una yerba helenio (Inula helenium, L.) (XXI, 91), o Médica, o symphyte,
o Idea, y Orestion, y otros nectarea: lleva cuarenta denarios de raíz puestos
en seis sextarios de mosto, envuelto antes en un paño.
[7] En cuanto a otras hierbas, el vino Absenta se hace poniendo una libra de
ajenjo Póntico en cuarenta sextarios mosto, y se deja hervir hasta reducirse
en un tercio, o poniendo unos manojos de ajenjo en el vino. De la misma manera
se hace el vino de hisopo cilicio (Hyssopus officinalis L.) echando tres onzas
de hisopo en dos congios de mosto o en pasta en el mismo vino. Se llega a estos
dos vinos de otra manera, se siembra de plantas alrededor de las raíces de la
vid. Esta es la última forma en que nos enseña Caton como el Elleborite con
veratro negro (Veratrum nigrum L.), y de la misma manera el vino Escamonite.
La vid tiene tiene la propiedad de contraer el maravilloso sabor de las plantas
vecinas, en lugares pantanosos de Padua, las uvas toman sabor como un sauce,
y en Thasos que siembra entre los viñedos ellebro, pepinos silvestres, o scammonea,
vino llamado phthorio, lo que significa abortivo.
[8] Se hace vino con hierbas cuyas propiedades serán exhibidas en su lugar:
el stéchade (Lavendula stoechas, L.) (XXVII, 107), raíces de genciana (Gentiana
lutea L.) (xxv, 34 ), la tragoregano (timo tragoriganum, L.) (XX, 68), el dictamo
(Origanum dictamnus, L.) (XXV, 63), el Asarum (Asarum europeum, L.) (XII, 27),
Daucus (Athamanta cretense, L.) (XXV, 64), Elelisfacos (un sabio), el panax
(XXV, 11, 12 y 13), Acoro (Acorus calamus, L.) (xxv, 100), el Conyza (XXI, 22),
el tomillo (XXI, 31), mandrágora, caña (Andropogon schoenanthus, L.) (XXI, 72).
Existen los nombres de los vinos scicino, e iteomelino y lectisfagite, cuya
receta se pierde.
[9] Los vinos con arbustos con Edres (XIII, 11) (Juniperus Lycia, Juniperus
phoenicea, L.), ciprés, laurel (XV, 39], enebro (Juniperus communis L.) El therebinto
(Pistacia
terebinthus, L.) (XIII, 82), en la Galia, el Lentisco (Pistacia lentiscus,
L.) (XII, 36). Es hervida las bayas y la madera fresca en mosto. Se emplea la
madera de chamelea (Daphne gnidium, L.) (xm, 35), chametios (Teucrium chamepilys,
L.) (xxv, 20) y chamedrios (Teucrium chamaedrys, L.) (XXIV, 80); se hace de
la flor añadiendo el peso de diez denarios añadido en un congio de mosto.
XX. (XVII.)
[1] También hay vino con agua y miel únicamente. Se recomienda guardar agua
de lluvia durante cinco años. Las personas expertas, en el momento la hacen
hervir hasta reducirse en un tercio, y añaden una tercera parte de miel añeja
y, a continuación, tienen esta mezcla al sol durante cuarenta días, desde principios
de la canícula. Otros, después de diez días, la tapan en vasos. Esta
bebida llamada aguamiel, Hidromiel (XXII, 5 1), con el tiempo toma el sabor
del vino, el aguamiel no la hay mejor que la de Frigia.
XXI.
[1] Vamos a la mezcla de miel con vinagre (XXII, 29): ¿que no ha intentado
el hombre para conservar la vida?. Le dio el nombre del licor oxymel; dosis:
diez libras de miel, cinco heminas (0,27
de litro =1,35
litros)
de vinagre añejo, una libra de sal marina, cinco sextarios de
agua lde lluvia, y se le hace hervir suave bien mezclado diez veces, y luego
trasegado se le deja envejecer. Todos estos vinos han sido condenados por Themison,
autor de primer orden y, desde luego, podemos mirar en el uso como algo forzado,
a menos que sea para imaginar que el Aromates sea obra de la naturaleza, vino
compuesto, de perfumes, y que ha hecho que las plantas se los beban. Sin embargo
los esfuerzos son curiosos de saber mirar bien la industria humana. Ninguno
de estos vinos duran más de un año, excepto aquellos que hemos dicho, necesitan
tiempo para hacerse varios, pero es común que ni siquiera logren mantenerse
treinta días.
XXII. (Capítulo XVIII)
[1] La carta de vinos también ofrece maravillas. En Arcadia se dice que un vino
da fecundidad a las mujeres y a los hombres, rabia. En Acaia, especialmente
alrededor de Carinia, con el vino malparen, y también las preñadas
si comen de las uvas de este viñedo, que, sin embargo no se diferencia de otras
uvas por el sabor. Se asegura que aquellos que beben vino Trecenio no engendran.
Los Thasios producen, dos especies de vino con propiedades contrarias: uno causa
dormir y el otro velar. En la misma isla, se le da el nombre de Thériaque (XXIII,
11) a una viña de vino y uvas que son un remedio contra las picaduras de serpientes.
[2] La vid llamada libanio tiene olor de incienso, con la que hacen libaciones
en honor de los dioses, por el contrario, la vid Aspendios en los altares se
rechaza y se dice que ningún aves toca esta vid. Los egipcios dieron
el nombre de Thasia (XIV, 9) a una uva que es muy dulce, que suelta el estómago.
Y en Lycia hay una uva que lo aprieta. Egipto también produce la uva Ecbolas,
que provoca abortos. Algunos vinos, para eliminar el calor, en las bodegas cambian
y, a continuación, vuelven. El vino transportado por el mar también cambian,
pero los vinos que son más resistentes, la agitación del mar parece hacerlos
mas viejos que realmente son.
XXIII. (XI.)
[1] Como la religión es la base de la vida, me doy cuenta que está prohibido
hacer libaciones a los dioses, no sólo con vinos de un viñedo no cortar o golpeado
por un rayo, o que un hombre muerto colgase de ella suspendido, o que el vino
sea aplastado con los pies, heridos, o manchados de basura, o pobre que se haya
caído desde arriba. Los vinos griegos también están excluidos debido a que contienen
agua. También se come la vid, es decir, las puntas de los tallos, o cocidos
o conservados en vinagre y salmuera.
XXIV.
[1] En la actualidad acerca de cómo preparar el vino. Los griegos dieron normas
para compartir sobre este tema y de ello han hecho un arte, por ejemplo Euphronius,
Aristómaco, Commiades y Hicesios. África suaviza la aspereza de sus vinos
con el yeso, y en algunas partes (XXXVI, 48), con cal (XXIII, 24). Grecia la
dulzura propia con la arcilla, el mármol o la sal o el agua de mar. En una parte
de Italia, con la pez rabulana. Además, en toda Italia y las provincias son
utilizados para la elaboración del vino con la resina. A veces se prepara con
las heces de un viejo vino o vinagre. Y también del mismo se sacan ingredientes
médicos. Se hierve el mosto hasta que se endulza y pierden una parte
de sus fuerzas, se dice que como preparado, no dura más de un año. En algunos
lugares en el mosto se hierve hasta que se convierte en arrope (XIV.11i), y
si se mezcla con otros vinos les quita la dureza. Para con estos vinos, y para
todos los demás usos siempre se ponen en las jarras pez. El modo de hacerlo
lo vamos a explicar en el libro siguiente (XVI: 21)
XXV. (XX.)
[1] Entre los árboles que dan jugo y resina, algunos crecen en el Este. Los
otros en Europa. La provincia de Asia, que se encuentra entre estas dos regiones,
hay algunos árboles de coníferas de Europa y de los del Oriente. En el este
las mejores y más finas tienen terebintia (XXIV 12), la segunda del lentisco,
también conocida como Lentisco (XII, 37), la tercera calidad la da el ciprés:
en uno cuyo sabor es más picante. Todos estos productos son líquidos (XXIV,
22), y dan sólo la resina. El Cedro (XIII, 11; XVI, 2l) da un líquido espeso
y mejor para hacer pez. La resina de Arabia es blanca, con un olor ocre, insufrible
para aquellos que la cuecen.
[2] La de Judea que es más difícil y más fragante como trementina. (XXIV, 22)
La de Siria semeja miel ática; la de Chipre pasa por encima de todas,
tiene color de miel y es carnosa ;La de Colosonia es más amarilla que los demás,
si se machaca, se convierte en blanco, el olor es fuerte, por eso los perfumistas
no la emplean. En Asia, se produce muy blanca y aún más la de
picea. Todas las resinas son solubles en aceite (XXIV, 22) y algunos dicen que
también se consigue con tierra de creta. Es una vergüenza admitir que se estima
principalmente para la depilación de los hombres.
[3]En el proceso de los vinos se pone la pez durante el primer punto de ebullición
del mosto, que dura unos nueve días, de modo que el vino tome el olor y un toque
de sabor. Se cree que la flor de resina cruda (XVI, 22) es más enérgico, y da
la mayor cantidad de vino, por el contrario, la resina cocida le quita su fuerza
y su brisa salvaje, o da dureza a la suavidad y vuelve mortecina. Especialmente
en Liguria (Génova) y en las regiones circundantes reconocen la utilidad de la mezcla
de resina de uva: se pone menos y cocida en los vinos ásperos, y más
sobre todo en los vinos blandos.
[4] Algunos preparan los vinos con resina y resina cocida, y algunas otras naturalezas.
En algunos lugares el vino tiene el vicio de fermentar una segunda vez, este
fenómeno le hace perder su sabor, y se llamaba entonces vappa (picado,
hechado a perder) ofensivo nombre que se aplica incluso a los hombres
cuya moral ha degenerado, mientras que el vinagre, a pesar de su perversidad,
tiene una calidad importante para los usos sin la que la vida perdería mucha
gracia.
[5] Por otra parte, la elaboración de vinos lleva una gran cantidad de cuidados:
en algunos lugares la ceniza es también utilizado como el yeso y otras sustancias
de las que hemos hablado (XIV, 24). Preferimos la ceniza de la vid o las ramas
de roble, de hecho, se recomienda el recoger agua del mar, y guardarla desde
el equinoccio de primavera, o por lo menos cogerla la noche el solsticio de
verano, y mientras el viento Aquilon esté presente, o hervirla si la
tomamos en el tiempo de la cosecha. En Italia, la pez Brucia es la más
considera para las tinajas, se equivocaron de resina del árbol y en España,
se pone el pino silvestre, que se estima muy baja, pues esta resina es amarga,
seca, y un olor fuerte. En el siguiente libro (XVI, 16-23), hablando de árboles
silvestres, presentamos las variedades más finas y los procesos de fabricación.
Los defectos de la resina, además de los que hemos mencionado, son la acidez
y el olor del humo y el hecho de que huele demasiado al ser quemada. Se reconoce
que es bueno si los fragmentos son lisos, y si es blanda en los dientes, dejando
una agradable acidez. En Asia, especialmente estiman la de los campo del Monte
Ida, en Grecia, la Pieria, Virgilio (Géorg., II, 438) prefiere la Taryciena
(IV, 12). Los fabricantes más cuidadosos mezclan la almastica negra que viene
del Ponto (XII, 36), que es similar al betún, y la raíz del lirio
(XXI, 19), y
el aceite. Los vinos se acedan con cera en las tinajas, sería mejor para llevar
el vino en los vasos de vinagre que, en aquellos en los que va vino dulce, miel
o vino. Catón (De nuevo el óxido., Cap. 23) ordenó a la atención
del vino (que utiliza la palabra (ibíd., cap. 115, 122) cocinar) para una culeus
[(194 lecturas., 4) cuarentavo de ceniza con vino cocido o una libra y media
de sal, con polvo de mármol, también menciona el sufrimiento de la resina de
la que habla como un último recurso. Especialmente hay que añadir al vino cuando
la fermentación está llegando a su fin, manda añadir el mosto tortivum,
es decir, lo último tal que expresó. Una vez más, se añaden sustancias en el
vino para darles color, por así decirlo, como una tintura del vino. Con estas
sofisticaciones conseguimos que nos guste, ¡y estamos sorprendidos de
que sea perjudicial! Se reconoce cuando se mete una lámina de plomo en
que cambia de color.
XXVI.
[1] Entre los líquido el vino ofrece la particularidad de enmohecerse, o cambiar
en vinagre, hay libros sobre la forma de hacerles frente. El vino seco recibe
el fuego y arde sin ayuda. Sus cenizas dan naturaleza de nitro y virtudes del
mismo, especialmente en lo grasa que es al tacto.
XXVII. (Capitulo XXI.)
[1] Los métodos para mantener el vino son muy diferentes. En los alrededores
de los Alpes, los guardan en toneles de madera circulares atados con arcos,
e incluso los defienden del frío del invierno con fuego, para conservar el vino
frío. Singular, pero que a veces se han visto los barriles rotos y en masas
de hielo que están todavía en pie, una especie de prodigio, porque el vino no
se congela y el frío no es mayor que el que lo golpeó. En las regiones más
templadas los guardan en tinajas encerradas debajo de la tierra en su totalidad
o en parte, dependiendo de la temperatura del lugar. En algunos países está
el vino al aire, también ponen la cubierta de un tejado que los defiende. Damos
estas normas siguen aquí: una parte de la bodega o al menos las ventanas deben
estar orientadas al viento Aquilon (norte),
o en todo caso al levante equinoccial.
[2] Se debe eliminar el estiércol, las raíces de los árboles, todo lo que da
un olor repulsivo, que pasa con facilidad a los vinos, guardarse de las higueras
silvestres o cultivadas; dejar espacios entre tinajas, a fin de hacer que las
alteraciones no se comunique de uno a otro que el contagio es siempre muy rápido.
La forma de las vasijas también es importante; las de amplio vientre y boca
ancha son menos buenas, poner pez, poco después del levantamiento de la ola
de calor y, a continuación, lavarlas con agua de mar o agua salada, luego espolvorear
ceniza de sarmientos o arcilla; ahumarlas con el aroma de la mirra: de la misma
manera a menudo se perfuman las bodegas; mantener los vinos flojos en pequeños
jarrones enterrados bajo el suelo, los vinos fuertes en tinajas expuesta al
aire;
[3] en todos los casos, no llenar hasta el borde; y el espacio vacío untar con
vino de pasas o vino de frutas, mezclado con azafrán y pez añeja
con arrope, preparar de la misma manera los cubridores o tapas de las tinajas,
se hace añadiendo almáciga y pez. Vedar que no estén abiertas
las tinajas durante el invierno, si no en día sereno y no tenerlas abiertas
con el viento del sur o en luna llena. La flor de los vinos (vinos
mycoderma), el blanco es una buena señal, el rojo, el mala, a menos que
sea el color del vino. También es malo si se calientan las tinajas, o las tapas
sudan. El vino al que le salen las flores con prontitud y toma olor, no es duradero.
Por la misma los arropes y frutas (XIV, 11), no se recomiendan hacer cuando
en el cielo no hay luna, es decir, en la conjunción de la estrella y
no otro día, y en jarrones de plomo y no jarrones de cobre, añadiendo
frutos secos, ya que absorben el humo. En Campania, envasan los mejores vinos
al aire libre, al medio día para que los recipientes que los contienen y ellos
sean heridos por el sol, la luna, la lluvia y los vientos.
XXVIII. (XXII.)
[1] Reflexionando, reconocemos, que el hombre no hace nada tanto en la industria
y la fabricación de vino, como si la naturaleza no nos da agua de bebida más
saludable, que todos los animales utilizan. Pero nosotros hasta forzamos a las
bestias de carga, incluso a beber vino. Que tantos esfuerzos, tanto trabajo
y gasto, para una sustancia que causa perturbaciones en el espíritu del hombre
y engendre rabia, causa de millares de crímenes, una sustancia tan atractiva
que muchos de ellos creen que no hay ningún otro placer en la vida.
[2] Y que para tomar más vino, quebrantan sus fuerzas en vez de con sacos. Uno
puede imaginar la forma de excitar la sed, los venenos están dispuestos a crear
un motivo para beber, y el hombre a tomar la cicuta, de modo que el miedo a
la muerte da ingerir vino (XXV, 95) y otros tienen la piedra pómez en polvo
(XXXVI, 42), y otras cosas que me avergüenza de enseñar en la materia. Consideramos
que el más prudente se cuecen en baños calientes, y los sacan medio muertos.
Otros que no pueden esperar echarse en la cama, ¡que estoy diciendo!
ni siquiera sus ropas, pero desnudo y jadeante, tomando los enormes jarrones
a ostentación de su fuerza, y vomitarlo de inmediato, tragar una y otra
vez que dos y tres veces como si hubieran nacido para destruir el vino y el
licor como si no pudiera derramarlo, sino por el cuerpo humano. Aquí vienen
los ejercicios de extranjeros y el hábito de revolcarse en el lodo, y volteando
la cabeza, a pecho descubierto.
[3] Se dice que todo lo que hacemos que procuramos encontrar la sed. ¿Se
usan jarrones donde se tallan los adúlteros?, ¡como si solo la borrachera
no instruyera poco al libertinaje! Por lo tanto, las mezclas de lujuria e embriaguez
llevan el mismo precio ¡que yo digo! en el salario. En un compromiso por
el precio de su embriaguez, para darle todo lo que tiene que comer, y beber otra
copa y otra, el mayor número de veces que dieron lugar los puntos en los dados.
A continuación, los hambrientos ojos regatean precio a las matronas, que sus
ojos lánguidos de traicionar a su marido, entonces descubren el secreto de los
pensamientos que son: que revelan su voluntad, a los que tienen discurso peligroso,
y pronuncia palabras mortíferas para su garganta. ¿Cuántos murieron de
esta manera!.
[4] En refrán el vulgo le ha atribuido la verdad al vino. Fuera de estos peligros,
el bebedor no ve la salida del sol, y viven menos tiempo. De ahí la palidez,
caída de los párpados, los ojos legañosos, temblorosas las manos que
vierten las jarras, y el sueño perturbado por las Furias, el castigo es inmediato,
esta inquietud nocturna, y las recompensas de embriaguez suprema, en una lujuria
monstruosa y el sabor de las maldades. Al día siguiente, el aliento tiene el
olor de un barril, casi todo se olvida y la memoria está muerta.
[5] Esto es lo que ellos llaman robar la vida, y mientras todo el mundo no pierda
ese día ha pasado, ellos se pierden también el que vendrá. Se inició bajo el
reinado de Tiberio Claudio, hace cuarenta años, beber con el estómago vacío
y el vino antes de la comida (XXIII, 23), introducido por médicos de moda por
algunos novedad. Los Partos buscan la gloria en la capacidad de beber mucho.
Entre los griegos, Alcíbiades tenía reputación. Con nosotros, Novellius
Torquatus Milanés, que por honrosos hechos desde pretor llegó
hasta procónsul, al que pusieron de mote Tricongio, después de haberse tragado
estos (10 litros aprox) ante los ojos
y asombro del emperador Tiberio, que en su vejez fue austero, e incluso cruel,
pero en su juventud se había inclinado a vino.
[6] Por estos tiempos el Emperador Tiberio hizo a Lelio Pisón procurador de
Roma, por haber seguido bebiendo sin interrupción durante dos días y dos noches.
Así pues, se dice, que César Druso (XIX, 41) se asemeja más a su padre Tiberio. Torquatus de gloria inusual (el arte de beber tiene sus leyes) que nunca tartamudea,
ni vomita ni orina, permaneciendo firme sin dormir hasta la mañana, y bebiendo
de todo a la vez y luego más y beber aún más y no respirar mientras bebía
y no escupir, y no dejar gota en el fondo sin ruido por no caer al suelo; Exacto
observador de las leyes contra el fraude de los bebedores.
[7] Tergilla acusa a Cicerón, hijo del Marco Cicero, de tener la costumbre de
tragarse dos congios de vino (6,5 litros)
de una vez, y borracho, hacer un corte a Marco Agripa con una taza. Estos son
los efectos de la embriaguez. Cicerón, sin duda, quería eliminar a Marco Antonio,
asesino de su padre, bebedor de palma. Antes de él, de hecho, Marco Antonio
había sido muy celoso de este tipo de superioridad, e incluso ha publicado un
libro acerca de su embriaguez. En atreverse a formular su disculpa, que hizo
ver plenamente, en mi opinión, la cantidad de dolor que había causado en el
mundo por este defecto. Poco antes de la batalla de Actium vomitó aquel
libro y, a continuación, muestra que, ya borracho con la sangre de los ciudadanos,
es aún más sediento de ella. Esa es la necesidad de ese vicio: cuanto más uno
está acostumbrado a beber, cuanto más uno quiere beber, y sabemos de la guadaña
de la palabra de un embajador, quien dijo que los partos cuanto más beben,
tanta mayor sed tienen.
XXIX.
[1] Los pueblos de Occidente saben demasiado de la borrachera con bebidas de
grano humedecido. Los procesos son diferentes en la Galia y España, los nombres
son diferentes, pero los efectos son los mismos. España ha demostrado que estos
licores podían conservarse. Egipto también está pensado para el uso de
una bebida con granos similares. No hay parte del mundo donde no haya borrachera,
ya que la diligencia toma las bebidas puras con remojo en el agua, actúa como
las viñas y la tierra, ¡Funesta industria el vicio! encontramos
una manera de hacer que el agua incluso pueda intoxicar. Hay dos licores muy
agradable en el cuerpo humano, el vino dentro, y por fuera el aceite (XXII,
53). Estos productos líquidos se extraen de los árboles y son excelentes, pero
el aceite es una materia necesaria. Los hombres, sin embargo, aunque no se olvidan
de elaborarlo, pero son mucho más ingeniosos para beber porque han inventado
ciento noventa y cinco especies para beber, el número es casi el doble si se
cuenta las variedades. Siendo un número mucho menor de tipos de aceites: de
lo que vamos a hablar en el libro siguiente.
Para algunos vocablos y giros he recogido los de la traducción de Jerónimo de Huerta de 1623. De lo que quede bien, a él le agradezcan más que a mi, que de lo que queda mal no tiene ninguna culpa sino yo. Pero estando con resolución de enmendarla, si encuentran algo que les ofenda, me lo hagan saber. Les aseguro que agradecería su nota, en: anarkasis @ anarkasis.com . Pueden ayudar comprando un libro o un buen vino aquí