Biografía de : "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550

No debe faltar en los escultores la práctica en las estructuras de hierro, que es como a los pintores la práctica con los colores, y el desnudo. Artes con los que debe proceder en paridad. Muchos trabajan bien el barro, pero el mármol no, y están también quienes trabajan bien el mármol, pero no saben dibujarlo, y aunque tenga buenas ideas solo pueden recurrir a la imitación de la que extraen algunas cosas que con juicio plasman y las cosas que se agregan con su pensamiento pero imitando. A mí me parece gran maravilla ver algunos escultores que sin dibujar en el papel, montan los hierros y llevan las cosas; como hizo Andrea da Fiesole escultor en todas las obras suyas, en las cuales más se llevaron por la práctica y la resolución en poner los hierros que por el dibujo o por la inteligencia, que de tal conveniencia no usaba nunca. Aprendió de Michele Maini da Fiesole, que en la Minerva de Roma hizo de mármol un San Sebastián (#) muy alabado en los tiempos suyos.

Hacía Andrea en su juventud tallas de follajes, y poco a poco trabajando el mármol se puso a hacer figuras, como dan fe las obras suyas trabajadas en distintos lugares. Si hubiera unido a la práctica del arte sus dotes trabajando, sin duda con su resolución y su bondad hubiera superado a los que dibujando perfectamente cuando van a trabajar el mármol lo rayan, y con acritud y en mala manera lo llevan,

Se colocaron las obras de Andrea y los trabajos en la iglesia principal la catedral de Fiesole, un tabla de mármol con tres figuras en relieve, apoyado en medio a las dos escaleras para subir al coro (¿#?), y aún en San Girolamo de Fiesole otra tablilla de mármol (#), que está encastrada en la muralla de la iglesia.

Se produjo que el año que el cardenal Julio de Médicis vicecanciller, gobernaba en Florencia (1513), trabajaron muchos escultores, viejos y jóvenes sobrados y excelentes; y consideraron los obreros de Santa María de Fiore, hacer de mármol los Apóstoles, que para la fiesta de tal iglesia pintó Lorenzo de Bicci (son de su hijo, Bici di Lorenzo #,#,#,#), fueron encargadas cinco figuras de mármol: una a Benedetto da Maiano (es, Benedetto da Rovezzano (#), a Iacopo Sansovino (#) entonces joven, a Miguel Ángel Buonarroti, a Baccio Bandinelli (#), y del mismo modo a Andrea da Fiesole; estableciendo competición para espolear a estos. Por lo que Andrea comenzó una figura que era de cuatro brazos, y la terminó (#) más con buena práctica y juicio que con dibujo. Dónde fue elogiado no tanto como los otros, pero con el grado de un práctico maestro; y por esto continuamente trabajó en la obra mientras que vivió, y en aquélla hizo la cabeza de Marsilio Ficino (#), que está puesta en Santa María de Fiore, en la puerta parroquial. Hizo aún, una fuente de mármol, que fue celebradísima, la cual se envió al Rey de Hungría, y un gran honor le hizo.

Y como era persona muy modesta y de bien, y tranquilo vivir, se satisfacía con poco, y todos los que le conocieron le consideraban mucho.

Le fue dado hacer la sepultura de Micer Antonio Strozzi (#), por la viuda, la Señora Antonia de Vespucci. Y como estaba muy anciano, se ayudó para terminarla. Dos ángeles los trabajó Maso Boscoli da Fiesole, su ayudante. El cual, muchas obras hizo en Roma y en otros lugares. Del mismo modo, Silvio da Fiesole, otro criado, hizo la virgen que se ve, y que terminó, pues le vino la muerte el año 1522 (1526); y que Silvio la colocó en la obra.

Destacó en el arte de la escultura con fuerza extraordinaria, tiene muchas buenas cosas trabajadas, y con una bizarrísima terminación, con una práctica y dibujo en el mármol, que es ejemplo de la naturaleza, realizada de manera elegante.

En verdad la gallardía en su manera, tiene buenos resultados gracias al grutesca, como se ve aún en Santa María Novella en una sepultura en la capilla de los Minerbetti (#), en la cual están algunas cimeras y placas muy bien conducidas.

Hizo en Pisa, para el altar mayor, dos ángeles de mármol, que están sobre dos columnas (En General se le atribuyen a Silvio Corsini, aunque también los dan al Tribolo, #); y en Monte Nero, cerca de Livorno, trabajó un retablo para los monjes Jesuatos (allí sigue, dicen).

Hizo la sepultura de Micer Rafaello Volterrano; y en Milán, Genova y en Padua y en mucho otros lugares por Italia aparecen obras suyas. Y si la muerte no lo retirara de la vida tan pronto, hubiera hecho cosas maravillas, por el espíritu que insuflaba en sus obras.

Así como pasó a su maestro Andrea, de seguir viviendo hubiera superado a muchos otros. Terminó el curso de su vida a la edad de 38 años, el año 1540 (9 años más al menos). y se le hizo este epitafio:

CON LA PRÁCTICA Y EL ESTVDIO DE LAS DVRAS PIEDRAS

YO CINCEL VSÉ, QUE SUAVES SE RINDIERON,

AUNQUE EL ESPÍRITU NUNCA LOGRÉ FUNDIRLO

YO LO PUSE QUE BIEN PODRÍAN MOVERSE CON AIROSOS PASOS.

floreció en el tiempo de Andrea otro escultor fiesolano llado el Cicilia, que fue persona muy práctica; y parece ser suyo en la iglesia de S. Iacopo en Campo Corbolini de Florencia la sepultura del caballero Tornabuoni, que fue muy elogiada ;

Además hubo un Antonio Carrara escultor muy raro, que se fue en Palermo y trabajó para el duque de Monte Lione de la familia Pignatella, napolitano y Virrey de Sicilia, que trabajó las estatuas de tres vírgenes en tres distintas poses, colocadas sobre tres altares diferentes en el Duomo de Montelione en Calabria (#), y otras historias de mármol en Palermo. Casado ya, tuvo hijos, de los cuales hoy, un escultor es tan excelente como su padre.