Baccio d´Agnolo

Biografía de : "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550

Me sumo en un gran placer en ver los comienzos de los autores nuestros que llegan hacia arriba. Y especialmente en la arquitectura, la ciencia que no se había ejercido hace muchos años atrás, si no por tallista o personas sofistas, que aspiran a las cosas de la perspectiva, y no puede hacerse perfectamente muy al detalle, si no por estos que tienen juicio sano y dibujan bien, trabajan en pinturas o en esculturas, o en madera. Con este arte se miden los cuerpos de las figuras, que están en las columnas, las cornisas, los basamentos y en todos los órdenes, los cuales están hechos para adornar estas figuras, y no por otra causa. Y por esto los carpinteros continuamente manejándolos, pasan a ser al cabo de algún tiempo, arquitectos. De parecida manera los escultores por situar las estatuas, y hacerles ornamentos a las sepulturas y otras cosas redondas, no puede hacer menos. Y el pintor, por las perspectivas y los edificios que dibuja, no puede tener dificultad en hacer las plantas de los edificios sabiendo que no se colocan las casas, sin escalera ni planos donde las figuras se coloquen, sin haber calculado la arquitectura y el orden.

Sin embargo Baccio d´Agnolo, que continuamente practicó con Andrea Sansovino, si bien realizaba tallas en las que era más que hábil, como por toda Florencia se muestran obras suyas, sin duda gustaba siempre de la perspectiva y la arquitectura. Y a eso le ayudó mucho, que se vieran en el taller suyo los autores, cuyos jefes eran el joven Raffaello de Urbino, y Andrea Sansovino, con infinitos jóvenes autores que los seguían, dónde se proponían muy grandes dificultades, y muy bonitas dudas, que solucionaban con muy excelentes intelectos en ellos, porque eran sutiles y muy listos.

Donde Baccio comienza la experiencia, y su manera se llevó en Florencia y tanta fama le vino por toda esta ciudad, que las más espléndidas obras de su tiempo se las encargaron tomándole como director; para que tomase práctica Pier Soderini entonces Gonfaloniere, le encargó la gran sala del Consejo (#), y trabajó de madera los adornos de la gran tabla que esbozó fray Bartolomeo, dibujada de Filippino.

Hizo la escalera que va a dicha sala, con ornamento de piedra muy bonito, y aún hizo hacer las puertas de mármol que están sobre la segunda sala (llamada del Duecento), dónde está la tabla de Filippino.

Hizo en la plaza de Santa Trinita el palacio de Giovanni Bartolini (#), que está muy adornado en el interior en los techos con ornamentos; y muchos dibujos le hizo para su jardín en Gualfonda (Ahora vía Valfonda #).

Lanfredino Lanfredini le hizo fabricar a lo largo de Arno la casa, entre el puente de Santa Trinita, y el puente al Carraia (#).

Y en la plaza de los Mozzi comenzó, pero no acabó, la casa de Nasi (#), que está al borde de orilla del Arno.

Hizo aún, la casa de Taddeo Taddei, que se tuvo por muy cómoda y hermosa (#).

Le hizo a Pier Francesco Borgherini los proyectos de la casa en borgo Santo Apóstol (#), y con gran gasto le llevó ornamentos de puertas y chimeneas, y en particular decoró la habitación, de nogal, tallada con suma belleza, y que a buen término llevó.

Hizo el modelo de la iglesia de San Giuseppo de Santo Nofri (#), donde hizo fabricar la puerta, último de sus trabajos.

Hizo a continuación la dirección de la obra del campanario de Santo Spirito de Florencia (#).

Y del mismo modo el de San Miniato al Monte (#), que se arruinó, por el asedio de Florencia el año 1520 por la artillería, pero no destruido, que adquirió más fama por la ofensa que había hecho el enemigo, que por la bondad y la belleza con la que Baccio lo había llevado.

Se produjo que se le colocó por su gran calidad y por su agradable amistad que tenía con los ciudadanos, en la obra de Santa María del Fiore al cuidado como arquitecto; dónde dibujó los proyectos, para hacer la galería que rodea la cúpula. La cual, Pippo de Ser Brunellesco, por su muerte repentina, había dejado sin terminar. Y aunque había dejado hechos los proyectos de tal cosa, por la poca diligencia de los encargados de la Obra, se habían perdido. Por lo que Baccio, hizo sus proyectos sobre el modelo (#), y se aplicó a trabajar toda banda que da hacia la esquina de Bischeri (Muerto Crónaca, y yéndose Antonio de San Gallo, terminó él, la banda que da a la actual Vía Proconsolo, #). Pero Miguel Ángel Buonarroti, volviendo de nuevo de Roma, viendo tal cosa hacerse y cortar los salientes que fuera había dejado Filippo Brunellesco, hizo tanto ruido, que se detuvo la obra. Para la que Miguel Ángel hizo un modelo (#), y con grandes conflictos entre autores y ciudadanos, que estaban en torno al Cardenal Giulio de Médici que mucho hicieron, pero ninguno se hizo. Fue criticado este dibujo de Baccio en muchas partes, no porque equivocase la medida, sino porque que la disminuía demasiado, en comparación de tanta máquina. Y ya no pudo terminar la obra por las enemistades suscitadas, y no le dio final.

Esperó a continuación Baccio que estaban pendientes los pisos (#) de Santa María del Fiore y otras de sus obras, que no fueron pocas, al tenerlo ocupado cosas de cualquier monasterio y casas de ciudadanos dentro y fuera de la ciudad, y controlándoles lo que se hacía, por ser muy amado universalmente.

Murió, cerca de los 83 (81) años de edad, con un juicio suelto y seguro, y se fue de esta a la otra vida, en 1543, dejando a Giuliano, Filippo y a Domenico sus hijos, estando en el sepelio con muchas lagrimas en la iglesia de San Lorenzo. Ganándose este epitafio: