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Mala cosa es que siempre los maldicientes y envidiosos en todos los tiempos hayan podido manchar la virtud de los hermosos espíritus criticando las obras, pero mucho más se ofenden estos provocadores, observando como la virtud, se alza sobre la bajeza destacando por sus méritos, y que en mal estado los conoció, no pudiendo soportar estos, los honores y la dignidad alcanzada por sus honrados trabajos. Entonces con villanía se mofan de aquellos, y con gritos o con sonetos siempre buscan desacreditar las obras, cuando deberían ensalzarlas con elogios. Que nace las más de las veces de la naturaleza de los hombres. Pero la peor calumnia es la de algunos artistas que ejercen el mismo oficio, y que por la poca virtud que tienen, se encuentra detrás de ellos. Como si culpándolos fueran a aumentar la gloria suya, y los maldicen y vituperan, injustamente. Esto es lo que vivió Dello, pintor florentino, que estando dotado de agudo talento por la naturaleza, lo mostró muy bien al ser escarnecido y burlado, cuando se hizo caballero. Al mostrar las uñas, y acallar a los que le burlaban y vituperaban. Y por otro lado con el dinero que adquirió por sus trabajos, evitó quedar a la merced de otros. Porque fuera de toda necesidad por su posición y encontrándose convenientemente digno y con honor ya que a quienes había servido, generosamente lo remuneraron. Mientras, los envidiosos y de mal espíritu, con la envidia y la pobre vida continuamente viven atormentados y afligidos, cosas, que los altivos suelen castigar a menudo con la pobreza.

Dicen que Dello, se dedicó a la escultura y a la pintura, en el primero claustro de Santa María Novella, en la esquina, donde pinto de verde tierra (Verde de Verona) la historia de Isaac cuando da la bendición a Esaú.

Y poco después de esta obra se marchó a España, donde trabajó allí al servicio del rey, y vino en tanto crédito, que muchos desearían haberlo podido alcanzar. De manera que al hacer obras de uno y otro arte, al rey le parecía serle deudor. Luego después de algunos año le vino el capricho de volver a Florencia, sólo para hacer ver a los amigos como tanta pobreza que le atormentaba había quedado atrás, para hacer gala de grandes riquezas. El rey, para mostrarle gratitud de sus servicios, lo hizo caballero de la espuela de oro.

Al volver a Florencia, para recoger las banderas y confirmar los privilegios, le fueron denegados a instancia de Filippo Spano degli Scolari (en 1426 murió este, luego parece un anacronismo) que volvía victorioso de vencer a los Turcos, e hizo fuerza para que no los consiguiera por otros medios. Pero Dello escribió rápidamente al rey de España, lamentando esta de injuria. Y el rey escribió a la Signoría en su favor calurosamente, y esta le concedió sin reservas lo que y pedía (1446 la signoría le dió los privilegios). Dicen que volviendo a casa caballo con las banderas, y prendas de vestir de brocado honrado por la Soberanía, pasando para Vacchereccia dónde entonces habían infinitas tiendas de orfebres, donde muchos amigos, en juventud lo habían conocido, y al pasar lo ofendían para diversión y escarnio. Por lo que vuelto hacia dónde oía las voces, hizo con ambas manos un gesto, y sin decir algo pasó, sin que casi nadie lo percibiese, si no algunos de los que lo habían humillado.

Donde siendo criticado de los artistas por envidia, los cuáles decían que más fue la suerte que la virtud quien lo había ayudado, rescribió al rey diciendo que de buen grado se volvería a servirle, en cuanto agradase a Su Majestad. Y este le respondió en breve tiempo que volviera cuando quisiese, porque siempre sería muy bien recibido, y se fué a España por segunda vez. Y fue recibido con gran honor. Dello ejercía su arte con dignidad, trabajando siempre con delantal de brocado.

 

Con estas cosas dichas fue como se gano muchas envidias, y junto a este rey, con honor vivió y murió. Fueron sus pinturas del 1421, y a los 49 años pasó de esta vida. Luego de muerto aún no cesaron los favores del rey, tanto como en vida, suntuosamente lo hizo acompañar a la sepultura, donde le dedicaron este epitafio:

DELLVS EQVES FLORENTINVS PICTVRAE ARTE PERCELEBRIS REGISQ(ve) HISPANIARVM LIBERALITATE ET ORNAMENTIS AMPLISSIMVS.

aprox: Dello caballero florentino, artista célebre por la pintura, al que distinguió y reconoció el rey de España generosamente.

H(ic) S(epultus) E(st)

Aquí está enterrado

S(it) T(ibi) T(erra) L(evis)

(Fórmula de tiempos de los romanos) "que la tierra te sea leve"

 

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