Desiderio da Settignano

Tienen enorme deuda al cielo y a la naturaleza estos que sin trabajos crean sus cosas, con una determinada gracia que no puede darse allí en las obras de otros, ni por el estudio ni por imitación. Que es realmente celestial que si llueve sobre estas cosas, que les da tanta gracia y tanta belleza, que no solo atraen a entendidos en el trabajo, sino a muchos otros también que no están en la profesión. Y nace que de la facilidad del orden, cuando se observa, no es áspero a los ojos como acontece a lo difícil de entender, resultando admirable y digna en dulzura por ser muy fácil mirarlo. como se produjo en Desiderio que en tal simplicidad suya, nació la gracia divina impulsando sus cosas. Dicen algunos que Desiderio fue de Settignano, lugar a dos millas de Florencia, algunos otros lo tienen por florentino; pero esto no tiene importancia, por la poca distancia de un lugar a otro. Imitó la manera de Donatello, aunque de su naturaleza la gracia la tenía realizando las cabezas. Y Viéndose los aires sus mujeres y niños, con delicada, suavidad y de sugerente manera, aunque ayudado de la naturaleza estudiados estos los tenía. Cuando aún él se ejercitaba en el arte, hizo en su juventud el basamento del David de Donato, que está en palacio de la Señoría en Florencia, en el cual Desiderio hizo de mármol unas harpías muy bonitas y algunas volutas de bronce muy graciosas y bien ejecutadas.

Y en la fachada de la casa de de Gianfigliazzi hizo un escudo de armas, grande, con un león, muy hemoso (perdido en el XIX), y otras cosas de piedra, que se dice hizo por la ciudad.

Hizo en el Carmine para a la capilla de Brancacci un angel de madera; y en San Lorenzo terminó de mármol la capilla del Sacramento (#), la cual con mucha diligencia condujo a la perfección. Y un niño de mármol redondo, el cuál fue levantado, y hoy se pone sobre el altar para las fiestas de la natividad de Cristo, es admirable y delicada; luego hizo otra a Baccio de Monta Lupo, de mármol, que está de continuo sobre el tabernáculo del Sacramento (se argumenta que el original está en Cleveland #, y la copia de Baccio es la que está en el tabernáculo).

En Santa María Novella hizo de mármol la elegante sepultura de la beata Villana (Es de Bernardo Rosellino #). y a las monjas de las Murate, sobre una columna un tabernáculo, con una pequeña Virgen María de suelta y agraciada manera, por lo que una y la otra están en enorme aprecio y en buen pago.

Hizo aún en San Pedro Mayor, el tabernáculo del Sacramento de mármol (#) con su habitual diligencia. Y aunque no tiene figuras, se ve sin embargo una bonita manera y una gracia infinita, como en las otras cosas suyas.

Del mismo modo de mármol retrató de natural la cabeza de Marietta Strozzi (podría ser la de Berlín #), el cual siendo muy hermosa quedo sobresaliente.

Hizo la sepultura de Micer Carlo Marsupini (#), aretino, en Santa Croce, la cual no solamente en ese tiempo hizo asombrar a los artistas y a las personas inteligentes que la observaron, que también en el presente sigue maravillando, donde trabajó en una caja los follajes, un poco espinosos y secos, para entonces pocas antigüedades se le comparaban, se tuvo por cosa muy hermosa. Pero entre otras cosas de la obra están unas alas en el nicho que lo adorna, que no parecen de mármol, pero que se muestran como verdaderas; como cosa difícil de poder imitar en el mármol, porque los pelos y las plumas no puede hacer con el escoplo y la gubia. Está de mármol un gran nicho, mas vivo que hecho de huesos realmente es. Están aún algunos niños y algunos ángeles llevados de una hermosa y viva manera. Del mismo modo es de suma bondad y artificio la figuara muerta yaciente sobre la caja, y en un redondo está la virgen María de bajo relieve, trabajado a la manera de Donatello, con juicio y con gracia admirabilisima.

Que si la muerte no lo retira del mundo, su espíritu muy egregio se hubiera impulsado, con su estudio y su experiencia y hubiera superado en arte a todos los que en gracia había sobrepasado. Le rompió la muerte el hilo de la vida a la edad de 28 años. Mucho pesar dejó a todos los que consideraban que alcanzaría suma perfección y talento en la vejez, y quedaron abrumados por tanta pérdida. Lo acompañaron los padres y muchos amigos a la Iglesia de los Servi, llevándoledo durante mucho tiempo a la sepultura infinitos epigramas y sonetos. Baste poner solamente este: