pintor Florentino

 

 

Una persona buena y religiosa, creo yo, que será de gran contento encontrarse ejerciendo honradamente la literatura la pintura u otras artes liberales, o mecánicas, sin ofender a dios, pero al prójimo complaciéndole; porque después de los divinos oficios, pasa el tiempo, y se deleita en los dulces trabajos y en los ejercicios muy agradables; y por otra parte se hace considerar mientras vive, y por medio de las cosas virtuosas trabajadas, deja buen nombre suyo en la tierra después de muerto. Y quien emplea el tiempo en esta manera, vive en una calma contemplativa y no tiene la tendencia de los estímulos de la ambición que se dan en los ociosos. Y si ocurriese que algún astuto intentara pervertirlo, siendo que puede mucho el valor del virtud que con el tiempo puede llegar a entierrar la malignidad de estos, y el virtuoso pasando el tiempo quedará limpio y famoso. Esto se produjo en fray Lorenzo degli Angeli, florentino, el cual, religioso en Camaldoli, hizo muchas obras, y muchas de ellas se consideraron en vida; y hoy después de muerto tienen los monjes las manos de Agnoli como reliquias para memoria de él.

Tuvo fray a Lorenzo la manera de Taddeo y de otros maestros, y fue muy diligente persona, como aparece aún hoy en día en la infinita cantidad de libros que iluminó en el monasterio Santa María de los Ángeles en Florencia y en la ermita de Camaldoli, donde pintó muchas (En la Giuntina especifica una Coronación de la virgen) tablas coloreadas al temple. En Nelli Agnoli de Florencia hizo la tabla del altar mayor terminada en 1413 (#), e indujo a monjes suyos a que ejerciesen la pintura, de los cuáles dejó algunos como sus discípulos, que con muchas pinturas decoraron el monasterio e iluminaron los libros escritos. Hubo de estos, que bordaban los paramentos con historias de figuras divinamente, como dan fe hoy en este lugar las obras que ellos hicieron.

En Santa Trinita de Florencia pintó al fresco la capilla y la tabla de los Ardinghelli (Son de Giovanni Toscani, Solo queda #,#), que se celebró mucho en su tiempo, en el cual, retrató de natural a nuestros Dante y Petrarca. Y aún en el mismo lugar trabajó la capilla de los Bartolini (#).

Su salud se resentía mucho por las comida y los ayunos, los cuales se hacían por norma monástica y eremíticas y era de obligado cumplimiento. Pero el Papa Eugenio, lo eximió, que permanecía entonces en Florencia por el Concilio y tuvo compasión benignamente de tanta virtud en él; y por esto le hizo un misal iluminado, que está aún hoy en día en la capilla papal de Roma.

Hizo a continuación una tabla en San Jacopo sobre el Arno (quedan tres cumbres . #, #, #), y otra en San Pietro Scheraggio (Perdida, queda la predela de Giovanni di Marco #), y en San Miguel de Pisa en un convento (¿#?), y en Camaldoli de Florencia un crucifijo en tabla y un San Juan (#). Finalmente por quedarse inclinado y con el pecho oprimido, le vino un acceso cruel, que al final acabó con su vida a la edad de 55 años.

Enseñó a su discípulo Francesco Fiorentino, que después de su muerte hizo el tabernáculo que está sobre la esquina de Santa María Novella (se retiró el original en 1958, queda la copia #), al final de la vía Scala, yendo a la sala del Papa.

Fue muy llorado fray Lorenzo por sus monjes, y en le dieron piadosa sepultura en su orden, juzgándose para la mayoría, para sus buenas cualidades, que tendría una mejor vida, por benefactor de su religión y como persona que del continuo vivió en las miserias de aquí con enorme temor de no incurrir en ofensas a Dios. No le faltó después del muerto quien lo honrase con este epitafio:

EGREGIE MINIO NOVIT LAVRENTIVS VTI

ORNAVIT MANIBVS QVI LOCA PLVRA SVIS

NVNC PICTVRA FACIT FAMA SVPER AETHERA CLARVM

ATQVE ANIMI EVNDEM SIMPLICITASQVE BONI

Aprox: Insigne trabajo iluminando el de Lorenzo, ornó con sus manos muchos lugares, ahora su pintura es famosa por su  claro espíritu,  y su bondad célebre en el firmamento.

 

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