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TOMMASO FIORENTINO

Pintor llamado Giottino

Texto "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550

Cuando el arte de la pintura se toma en competición y se ejercitan con esmero y mucho estudio, y cuando los artistas trabajan rivalizando, se encuentran cada día talentos, y nuevas vías y nuevas maneras, para satisfacción y gusto de las voluntades de los espectadores los cuales las ven cumplir en el arte. Quién se emplea en colocar en las obras cosas indeterminadas e inusuales, y en aquéllas mostrando la dificultad de ejecutarlas, en las sombras descubre el color y la claridad del talento, y quien trabaja lo dulce y delicado, pensando en aquéllas como volverlas más fáciles a los ojos, en realidad hace lo mismo, pues atrae fácilmente los espíritus de la mayoría de los hombres. Pero quien junta, las luces, los colores y las sombras de las figuras, merece enorme elogio y muestra la dirección del espíritu y el discurso del intelecto, como con suave manera mostró siempre en la pintura Tommaso de Stefano llamado Giottino, discípulo de Stefano, su padre, y muy listo imitando a Giotto, y sí de verdad que tomó la manera siendo mucho mejor que su maestro, y tomándole el sobrenombre de toda la obra como Giottino mientras que vivió. Y por tal causa era el parecer de muchos, aunque estaban en un gran error, que era hijo de Giotto, siendo (como dije) Tommaso hijo de Stefano y no de Giotto (El parecer general actual es que Giottino no existió, que es solo una confusión general de personajes en la que también cayó Vasari). Fue este en la pintura muy diligente poniendo gran cariño, y aunque muchas obras de él no se encuentran, sin duda las que perduran son buenas y con hermosa manera y dignas cada una de gran elogio. Asimismo en los tejidos, y en la unidad de los cabellos y las barbas dando en cada trabajo tanta morbidez y con tanta diligencia, que se conoce que añadió seguramente, unidad a este arte con mucha más perfección que tenían Giotto, Stefano y los otros pintores tal como muestran en sus obras.

Pintó en su juventud en Santo Stefano del Ponte Vecchio en Florencia, una capilla junto a la puerta de al lado, en la cual la humedad tiene hoy destruido la mayoría del trabajo, pero se le ve una gran habilidad.

A continuación hizo, en la esquina del Molino, en el convento de los monjes Ermini, pintó a San Cosme y San Damián, los cuales están apagados por el tiempo, que ya casi no se los reconoce. Rehizo en una capilla en Santo Spirito de dicha ciudad, antes de que el incendio la destruyera, al fresco, sobre la puerta principal de la iglesia, la historia del espíritu Santo, y en la plaza de la iglesia, por donde se va al Canto de la Cuculia, en el convento de los monjes, en el tabernáculo donde hizo a la virgen y otros santos alrededor, con unos determinados rostros que salen muy a la manera moderna. Dió en variar las tezes, y del mismo modo mostró acompañado una variedad de colores en los tejidos, y con gracia y juicio en todas sus figuras. El cual, con mucho ingenio, corrigió, y evitó estos errores que muchas veces son la causa de un mal juicio.

Así mismo trabajó en Santa Croce, la capilla de San Silvestre , en la cual desnudo está la historia de Constantino (#), hecha con pulcritud y con enorme diligencia.

Hizo también en San Pancracio, en la entrada de la puerta de La Capilla de la virgen, un Cristo que lleva la cruz y algunos otros santos alrededor, que tienen la experiencia de la manera de Giotto y muy espléndida unión que él le dio siempre a las cosas que hizo.

En San Gallo fuera de la puerta, en un claustro de los monjes, hizo una Piedad pintada al fresco, hoy arruinada y por tierra; por permaneció una copia de San Pancrazio ya dicho, en un pilar de la Capilla principal.

Trabajó al fresco en Santa María Novella en la Capilla de San Lorenzo, entrando en iglesia para la puerta a mano derecha, en la pared de enfrente, a un San Cosme y San Damián.

En Ogni Santi a San Cristóbal y un San Jorge, que la malignidad del tiempo y los rehecho de otros pintores deshicieron, por ignorancia de un cura que bien poco sabía de pintura.

Pintó aún, en la torre del Palacio del Podestà, al Duque de Atenas y a sus seguidores con las armas bajo los pies y con la mitra de tocado, fue hecho así por Tommaso por gusto del público, para señalar la patria liberada.

Hizo en el campo, a extramuros en San Pier Gattolini, a San Cosme y San Damián en la iglesia, hoy estropeado por blanquear la iglesia, y en el puente de Romiti in Valdarno el tabernáculo que está en medio de la pared, con belleza y fresca manera de su mano. Se encuentra así dicho de algunos que lo escribieron, que Tommaso realizó esculturas y en este arte trabajó una figura de mármol en el campanario de Santa María de Fiore de Florencia, de cuatro brazas, hacia dónde están hoy los Pupilli.

En Roma del mismo modo llevó bien, en San Juan de Letrán, una historia donde figuró el papa muy detallado, por desgracia muy consumida por el tiempo que la ha deteriorado.

Dicen que Tommaso era una persona melancólica y muy solitario, pero del arte gran amante y muy estudioso, como abiertamente se ve en Florencia en la iglesia de San Romeo, para quienes trabajó una tabla al temple con tanta diligencia que nunca se ha visto en madera lo que hizo. Esta tabla está puesta en la pared de dicha iglesia a mano derecha, (#) donde representó un Cristo muerto, y alrededor a Niccodemo, acompañado de las Marías y otras figuras, que con amargor, y apto muy suave y afectuosas, lloran a este muerto, torciéndose con diversos gestos de manos de manera que en el aire de la cara se muestra muy claramente el áspero dolor que cuestan los pecados nuestros. Y es lo que maravilla al considerar, que pensase nunca con el talento imaginación tan alta. Esta obra es sumamente digna de elogio, no tanto ya por el tema de la invención, cuánto por haberlo mostrado en determinados rostros quienes lloran, con el surco, en los ojos, en la nariz y en la boca, que no estropea ni altera una determinada belleza que pone en esto la diferencia de quienes no saben valerse del arte.

Este se ocupó indiferente de tomar fama de sus trabajos antes que el precio, que muchos de nuestros artistas consideran hoy como el renombre, del cual realmente fue mucho mas avaro Tommaso, que de riquezas y de la comodidad en la vida.

Y de su vida mal satisfecho, buscó con su diligencia satisfacer más a otros que así mismo. Donde acabó, por descuidarse y por el cansancio y el estudio contrajo una tisis, y a los 32 años de edad pasó de esta vida, Los parientes suyos le dieron sepultura fuera en Santa María Novella, en la puerta de Martello, al lado del sepulcro de Bontura, y le hicieron este epitafio:

HEV MORTEM INFANDAM MORTEM QVAE CVSPIDE ACVTA

CORDE HOMINVM LACERAS DVM VENIS AVANT DIEM.

aprox. ¡Ay!, muerte, muerte nefasta, que con tu punta hiendes los corazones de los hombres antes que debías

Luego a su muerte dejó fama que no dinero, y discípulos: Giovanni Tossicani, Michelino, Giovan dal Ponte y Lippo, y todos llegaron a ser buenos pintores. Las pinturas de Tommaso son de 1349

 

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