Nanni di Antonio di Banco
Biografía de Nanni di Antonio di Banco en: "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550
En general no parece muy apropiado en nuestros tiempos, que una persona sin necesidades, y que puede vivir sin trabajar, se ejercite en las ciencias o en las bellas artes, que dan fama a vivos y muertos; como si la virtud solo convenga a los pobres, o al menos a quienes no han nacido de sangre noble. Opinión realmente errónea, y que merece precisamente abominarse y rechazarse, pues siempre adquiere mucha más hermosura la virtud entre la nobleza y entre la riqueza, que en la gente pobre y miserable. Que abiertamente se sabe que en muy felices otros tiempos, los reyes y los príncipes doctamente filosofaban, y en el siglo anterior al nuestro lo mostró muy claramente Nanni di Antonio di Banco, florentino. El cual, rico de patrimonio y no vil de sangre haciendo a noble, que al divertirse con la escultura, no le dio vergüenza aprender y ejercer, y obtener una gloria no pequeña realizando grandes obras, logrando que su renombre durará siempre. Y se celebra tanto más, cuando saben que él se dedicó por amor al arte, no por necesidad, pero para verdad de su virtud. Fue uno de los discípulos de Donato, y está puesto delante del maestro, porque se murió muchos años delante de este. Era persona bastante lenta, pero modesto, humilde y benigno en su conversación.
Se pueden ver las obras suyas en Florencia. Un San Felipe de mármol en una pilastra de San Michel in Orto (ahora en el museo # , fuera está una # copia), encargado por el Arte de Zapateros a Donato, y por discordia entre ellos en el precio del encargo, a continuación lo pidieron a Nanni, para hacerle ofensa a Donato, porque les prometió Nanni tomar el pago lo que estos le quisieran dar. Al terminar la estatua y conduciéndola a su lugar, pidió un precio por su trabajo, siendo este precio mayor que el que Donato había pedido.
Volvieron a pedirle que pusiera precio a la figura a Donato por compromiso, creyéndose los cónsules que, por deseo de no hacerla, la consideraría menos que la obra suya. Pero la valoró mucho más que Nanni, y de lo que los cónsules querían pagarle. Por lo que gran tumulto hubo entre los cónsules, que al gritar le decían a Donato: "Aún tu la hacías por menor precio, y ahora juzgas tu esta obra mucho más de lo que pediste y lo que quiere el". Y también, "sabes que no es tan buena como los trabajos que haces tu". Respondió Donato riéndose: "Este pobre hombre no es un artista como yo, y tarda en trabajar mucho más y con más esfuerzo que yo, Si queréis satisfacerlo, como hombres justos, pagarle el tiempo que gastó ". Y Donato les ganó el pleito. En otro nicho hay cuatro santos de mármol hechos para el Arte de los herreros, carpinteros y albañiles, trabajados de Nanni de Antonio (#). Se dice que, al terminarlos todos y trasladarlos unos y otros al nicho en la muralla, con tan mala suerte que no entraban si no tres, porque al tenerlos en las aptitudes aquellas, algunos con los brazos abiertos. Desesperado y enfadado fue a buscar a Donato, y contándole la desdicha y su torpeza. Se rió Donato con este caso y le dijo: "Si tu nos pagas una cena con todos mis aprendices, me da en el corazón que vamos a hacerlos entrar en el nicho sin desconcierto de nadie". Y convenido, lo envió a Prato a tomar algunas medidas, en lugar de Donato. Mientras Nanni marchaba, Donato tomando a los discípulos se puso al trabajo, corrigiendo en estas estatuas los hombros y los brazos, acercando unas a otras,,y puso una mano sobre los hombros de una ellas. Y con buen criterio en las cosas, y con sabio juicio supo cubrir el error de Nanni de modo que aún están en la muralla, muestran indicios muy manifiestos de concordia y fraternidad; y quien no sabe la cosa (nadie más supo de este, y el anterior, "cuentos florentinos"), no se percibe de ese error. Nanni encontró a su vuelta, que Donato había corregido todo ello, y había remediado ese desorden, dando gracias infinitas. Luego invitó, y pagó la cena a Donato y sus discípulos, pasándolo muy bien, y riendo mucho la terminaron.
En la fachada de Santa María del Fiore, en la puerta del medio entrando en iglesia, en la banda izquierda es de su mano un Evangelista (#). Y se considera que el San Eloy (#), que está en Or San Michele, del Arte de Herradores, es suyo.
Hubiera hecho muchos trabajos, si no se hubiera muerto tan pronto. Se le consideró muy detallista y válido como autor y siempre razonable como persona, y como ciudadano, realizó su trabajo en las oficinas de la ciudad de Florencia se le tuvo por bueno y justo.
Sufría mucho dolor de un costado, el cual lo aquejó también una noche tan amargamente, que pasó de esta vida a los 47 años en el 1430 (1421), y con honor tuvo el sepelio en la iglesia de Santa Croce. Dicen algunos que el frontispicio sobre la puerta de la mandorla en Santa María del Fiore, fue de su mano (#); por lo que mucho más lo haría ser digno de elogio, por ser tal cosa ciertamente muy rara. Pero otros lo asignan a Jacopo della Quercia, que por la manera que se ve, es mucho más de Jacopo (solo unos ángeles y una placa del conjunto, son de Jacopo) que de Nanni. Al cual, después del muerto, se hizo a continuación el siguiente epitafio:
SCVLPTOR ERAM EXCELLENS, CLARIS NATALIBVS ORTVS.
ME PROHIBy DE ME DICERE PLVRA PVDOR.
aprox."Escultor excelente era, de noble linaje nací, la modestia impide que diga más sobre mi."