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Spinello Aretino

pintor

Biografía traducida de "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550

 

Cuando aparece un único hombre capaz de causar la nobleza del arte e ilustrarlo de virtud siendo que se empleó formas rudas en su patria por muchos años y, volviéndolo él de verdadero esplendor, dándole a conocer con elogios y alabanzas, parece que todo esto lo carga de virtud y lo impulsa, elogiarlo, favorecerlo, ensalzarlo y honrarlo; de manera que se siente cargar el peso de los trabajos y este con ello busca de alcanzar la virtud en ese arte o ciencia. Esperado que se vuelvan obligados a alcanzar los honores aquellos cuya virtud para los trabajos han recibido ayudas y favores para aprender el ingenio del arte, como se hizo en Arezzo con el pintor Spinello di Lucca Spinelli; quién, después de muerto Giotto y Taddeo Gaddi, despertado el hermoso talento que tenía, aprendió el bello arte de la pintura que ya se había olvidado. En esta ciudad la manera griega antigua, ya no se hacia por ningún Aretino determinado, desde Margaritone hasta el mismo Spinello, aunque Giotto, Taddeo y Jacopo del Casentino habían trabajado muchas cosas de ese estilo. A Spinello, le otorgó el cielo el deber del instaurar en su patria el arte ingenioso y bello. Este realizó sus prácticas con Jacopo de Casentino, aprendió el dibujo y la forma de trabajar, y con buena práctica y gracia hizo a continuación muchas obras. Porque le gustaba su trabajo, no dejó nunca de ejercerlo hasta la muerte. Lo llevó a Florencia a trabajar Jacopo de Casentino, cuya amistad había tomado en Arezzo. Mientras que trabajaba durante su juventud; recibió gran fama en esta ciudad por muchas obras que les hizo.

Entre otras, trabajaron al fresco la capilla principal de Santa María la Mayor (# es de Jacopo di Cione), y la sacristía de San Miniato al Monte (#) fuera de Florencia, que fue causa que fray Jacopo de Arezzo, entonces General de las Congregaciones de Monte Oliveto, al ver su hermoso talento, siendo de su patria, lo mandó de regreso a Arezzo.

Dónde en San Bernardo, monasterio de tales religiosos, pintó cuatro capillas, dos a ambos lados de la capilla mayor, y además dos paredes de la iglesia; e hizo al fresco infinitas figuras por toda la iglesia, llevadas por él con muy hermosa práctica y realismo. Sobre el coro pintó también al fresco a la virgen con dos figuras, que al observarlas parecen muy vivas.

De modo que, al contemplarlas y quedar bien satisfecho, fray Jacopo lo llevó a Monte Oliveto, sede de su orden, donde, en la capilla principal, le pidió hacer un tabla al temple en campo de oro, con infinito número de pequeñas y grandes figuras. en donde de relieve lo adorna en la madera, con escayola de mediorrelieves y puso de oro tres nombres: Simón Cini florentino, que hizo la talla de madera; Gabriel Saracini, que puso el pan de oro; y Spinello de Luca Aretino, que lo pintó. Esta obra fue terminada, en el año 1385 (muy esparcida #,#,#), con halagos de los monjes se volvió a Arezzo, y por el nombre que había adquirido, hizo en la capilla de San Bartolomeo (destruidas) y bajo el órgano, y del mismo modo en San Mateo, en las cuales figuró las historias de uno y del otro apóstol.

Al poco pintó en el Duomo viejo, y fuera de Arezzo la capilla en la iglesia de San Esteban (en la Giuntina añade, destruidos en 1561, y que la virgen de más adelante quedó en pie ), en la cual sus colores, trabajados con determinación y bien mezclados, están aún tan vivos y encendidos que parecen pintados al presente. Y en dicha iglesia hizo a la virgen, de la que hoy se tiene por los aretinos gran devoción y gran reverencia, (en capilla privada) esto se debe a que siempre daba a las figuras que pintaba dulzura, modestia y gracia y sobre todo en el rostro; como mostró aún, en otra virgen en esta ciudad hecha al fresco donde las Carnicerías, y del mismo modo otra donde las Sederías. Y frente la esquina del canal hizo en la fachada del hospital del Espíritu Santo, una historia, donde los Apóstoles reciben al espíritu santo, y en la parte baja las historias de San Cosime y San Damian que cortan al moro muerto una pierna sana, para ponerla a un impedido a cuál le habían cortado una enferma. En el medio hizo un "noli me tangere", pintura ciertamente muy bonita y elogiada. En la esquina de la Croce pintó en la fachada de San Lorentino y Pergentino, y en el hospital de San Marco, en el pórtico, trabajó muchas figuras.

Hizo a la compañía de Puraccioli una capilla dentro con una Anunciación (#), y en el claustro de San Agustín, del mismo modo trabajó al fresco a la virgen y muchas otras figuras en compañía de aquélla, y dentro en la iglesia la capilla de San Lorenzo y la de San Antonio.

En San Domenico en la misma ciudad, entrando en la iglesia a mano izquierda, se ve la capilla de San Jacopo y Filippo(# , #), trabajada al fresco con bonita y en resuelta técnica. Y cosas en San Giustino, la capilla de San Antonio, y la iglesia de San Lorenzo, donde pintó historias de la virgen (dicen que no son suyas), y fuera a nuestra señora muy bonita al fresco (#).

Aún en frente de las monjas de Santo Spirito, hoy fuera del resto de la ciudad con las murallas nuevas hechas por el duque Cosimo, en un pórtico de un hospital trabajó un Cristo muerto en brazos de las Marias, en el cual ciertamente se ve el talento de Spinello comparándolo a Giotto en su dibujo y colores muy igualado, y en que en alguna parte supera. En el mismo lugar figuró un Cristo sentado, con significado teológico, pintando la Trinidad como un sol, de manera que da, cada una de las tres figuras en los mismos rayos están resplandeciendo. En la compañía de la Trinidad se ve un tabernáculo suyo muy bien trabajado al fresco. Y por todos los lados de esta ciudad, no hay iglesia, ni hospital, ni capilla, o tabernáculo dentro o fura de la ciudad que no esté trabajada por él al fresco.

Por estos trabajos adquirió dineros y crédito, y ya viejo, como no sabia estarse sin trabajar, hizo a la compañía de Santo Agnolo en esta ciudad unas historias de San Miguel, en las cuales sobre el enlucido de la pared lo dibujó de rojo, con pinceladas gruesas, como los artistas viejos empleaban la mayoría de las veces; y en la esquina para exposición trabajó enteramente de ese color una sola historia, que gustó mucho. Luego de acordar el precio con quien tenía el cuidado, terminó toda la pared del altar mayor, en el cual figuró a Lucifer colocando la silla hacia Aquilón (Norte, Según Isaias), y les hizo la caída de los ángeles los cuales en diablos transmutan, llueve desde la tierra, donde se ve en el aire a un San Miguel (# Creen que puede ser de su hijo Parri) que combate con la antigua serpiente de siete cabezas y de diez cuernos; y en parte baja en el centro está Lucifer ya cambiado en animal horrible. Y Se deleitó tanto Spinello de hacerlo horrible y deforme, que se dice (mucho puede la imaginación) que la figura de pintada se le apareció en sueños, al pedirle dónde lo había visto así de feo y porqué le hizo tal descuerno con sus pinceles. Luego que se despertó del sueño por el miedo y no pudiendo gritar, de temblor se sacudió tanto, que la mujer se despertó y tuvo que ayudarlo, pues corría el riesgo de darle un espasmo al corazón y morir rápidamente.

 

En cualquier se quedó espantado y con los ojos como para salirse, poco tiempo después le llegó la muerte, dejando renombre suyo en esta ciudad y dos hijos pequeños. Uno de ellos Forzore (Era hijo de su hermano) orfebre, que en Florencia admirablemente trabajó de nielado, y el otro Parri, que al imitar al padre, de continuo en la pintura, y en el dibujo los supero muy sobrado. Sintieron mucho los aretinos la desgracia, a pesar de que era viejo, ya que se veían privados de su arte y de su virtud. Murió a la edad de 77 años, y en San Agustín de dicha ciudad se le dio sepulcro, dónde aún hoy se ve la lápida con el escudo de armas suyo, que lleva un espino. Y se le hizo este epitafio:

SPINELLO ARRETINO PATRI OPT(IMO) PICTORIQVE SVAE AEATIS NOBILISS(IMO)

CVIVS OPERA ET IPSI ET PATRIAE MAXIMO ORNAMENTO FVERVNT PII FILII

NON SINE LACRIMIS POSS(VERVNT)

Aprox: Spinello Aretino, el mejor padre y noble pintor de su época, cuya obra luce con el máximo ornamento de él y su patria, sus hijos mandaron poner con lagrimas esto.

 

Ejecutó sus pinturas entre 1380 y 1400

 

 

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