Taddeo Bartoli

¿Cuántos de nuestros artistas para ganarse nombre se han puesto a trabajos en la pintura?. Y las más de las veces la astuta influencia del maligno los persigue y hace que las maravillosas obras queden colocadas en lugares muy indeterminado, encerrados o obscuros, y quien poco sabe de esto, dan causa y echan la culpa y vituperan estas cosas que por lo mismo merecen elogio por el cansancio de estos artistas que tantos días infelices, y tan malas noches, sin recoger beneficio ninguno estuvieron. Y parece que siempre afecta el triste destino y la envidia a quienes más desean buscar la excelencia. Siendo esto lo que le sucediera a otros, no es lo que le pasó a Taddeo Bartoli pintor Sienés. Porque la obra publica de la capilla que está en el Palacio de la Señoría de Siena (#, #), fue común a todos los que verlo quisieron; y de luz y aire, hasta nuestros días, razonablemente tiene el que necesita. Era tenido Taddeo en su patria por muy excelente maestro y meritorio fue en los tiempos suyo que la Soberanía de esta ciudad le hiciera pintar dicha a capilla. Que le dio espíritu, siendo el lugar muy honrado y el precio indispensable, para darle renombre a sus pinturas y adornar con esta ocasión su patria y su gloria; presagió, como fue de verdad, que este debería ser el camino para obtener bienes y algún gran honor no solo para sí, sino incluso para sus descendientes. Trabajó Taddeo para Siena muchas pinturas, en las cuáles se ve ciertamente diligencia y un estudio muy grande. Y permaneció en el trabajo de continuo, volviéndose cada vez mas excelente de lo que era. Pero la indisposición de un mal obstructivo, lo asesinó, de manera que impidió a su excelente y voluntarioso espíritu que tuvo mientras vivió. Murió Taddeo a los 59 años, y las pinturas suyas la hizo hacia el 1407. Y con el tiempo se le hizo a continuación este epitafio:

TADDAEVS BARTOLVS SENENSIS HIC SITVS EST CVM PINGENDI ARTIFICIO

QVOD IPSE MITISSIMIS ET HVMANISS (IMIS) MORIBVS TVM SVAVITATE INGENII

QVAM OPERIBVS SVMMO STVDIO ELABORATIS ET PLANE PERFECTIS VICISSIM

EXORNAVERAT INMORTALITATE DIGNISSIMVS.

Aprox: Aquí yace Taddeo Bartoli de Siena, que con su pintura y artificio, supo embellecer esta con humanísimas y dulces costumbres y su delicado talento, obras delicadas y perfectas. Dignamente merece la eternidad.

Dejó a Domenico Bartoli, su sobrino, (no era su sobrino) como discípulo, quien dedicándose al arte de la pintura, pintó con mejor práctica las figuras, y en las historias que hizo, mostró mucha mas abundancia, variándolos en diferentes cosas.

Están en el gran hospital de los peregrinos de Siena (#,#,#,#,#) dos grandes historias trabajadas al fresco de Domenico, donde algunas perspectivas y algún adorno elegante se evidencian. Se dice que Domenico era muy modesto y agradable y de una singular ternura y muy liberal cortesía, pero le falto nombre por sus gran calidad en el arte mismo de la pintura. Fueron sus obras por el 1436. Y también pintó en Santo Trinita de Florencia, una tabla de una Anunciación, y en la iglesia del Carmine la tabla del altar mayor.