Iacopo, Giovanni Bellini y Gentile Bellini
pintores venecianos
Edición Torrentina 1550, el original de donde procede la traducción>
Las cosas con raíces en la virtud, aunque sus principios parecen a menudo humildes y malos, subsisten subiendo más arriba gradualmente, y no paran hasta que han alcanzado la altura suprema de la gloria: como podía verse claramente en el principio pobre y humilde de la casa de los Bellini, y de la altura que alcanzó luego por medio de la pintura. Jacopo Bellini, pintor de Venecia, (En la giuntuna añade: discípulo del da Fabriano de Gentile, y que por su memoria le dió nombre a su hijo Gentile), trabajando en competencia con ese Domenico (Domenico Veneziano) que enseñó el método de pintar al óleo a Andrea dal Castagno; pero, aunque trabajó mucho para ser excelente en el arte, no adquirió fama en esto hasta después de la salida de Domenico. Encontrándose en esa ciudad sin ningún competidor para igualarlo, quiso crecer en fama, y con estudio y solicitud comenzó a brillar por si mismo. La fortuna lo favoreció con una gran ayuda dándole a los hijos Giovanni e Gentile, a los cuales según fueron creciendo en edad, con gran esmero. les fue enseñando los principios del dibujo, no pasando mucho, en que ambos superaron de largo al padre. El cual los animaba solícitamente a superar a los toscanos, los cuales rivalizando lo superaron a él, y mas tarde Gentile a los dos. Las primeras cosas que le dieron fama a Iacopo y sus hijos (en la giuntina dice que fueron los retratos de Giorgio Cornaro y de Catalina, reina de Chipre #) fueron unas historias de la cruz (#, #, #) que dicen que están en la escuela de San Juan Evangelista (de san Juan Evangelista proceden #, #). Estos trabajos fueron pintados en lona por ser costumbre en esa ciudad. Se dedicó Iacopo dentro y fuera de Venecia, a trabajar solo, para que con el estudio Giovanni y Gentile, venciesen la dificultad del color en la pintura, y que hicieron, y a la muerte, trabajaron juntos muchas obras muy loadas. En lo sucesivo tuvo mayor fortuna en el arte Giovanni, más dotado por la naturaleza de ingenio, y memoria mayor, con más práctica, inteligencia, y juicio que Gentile, adquirió Giovanni gran renombre con los retratos del natural, que a muchas personas, entre otras el doge de aquella ciudad que pertenece, según parece, a la familia loredano (#), el retrato que fue por amistad con el dux, le aportó luego el encargo en la iglesia de San Juan y San Pablo, de la capilla de Santo Tomás de Aquino (obra perdida en el incendio de 1867). obra que se considera bellísima, tenida en el mas alto grado en la profesión. Al poco se le requirió para una tabla en Canaregio en la iglesia del Santo Job, donde pintó dentro a la virgen y muchos santos (# san Sebastián, San Francisco, San Juan, San Agustín, Domingo, Job) con lo que mantuvo celebrado su nombre en aquella ciudad.
Esparcido pues su nombre por aquellos sitios, se intercedía y aportaban grandes medios para lograr sus obras, como con la tabla de Pesaro (#) de su mano en san Francisco que fue tenida en el tiempo como cosa muy excelente por verse dentro en ella mucho esmero y una diligencia extraordinaria.
Hace en la Iglesia de san Zacarías donde residen las monjas, en la capilla de san Jerónimo una tabla con varios santos dentro alrededor de la virgen (#) donde ha usado ingenio y juicio en un edificio que se ve dentro, además de las figuras, la obra fue alabada por los artistas y gentilhombres de la ciudad
Aún en la sacristía de los frailes minoritas llamada Ca Grande hizo otra, (#) de excelentes maneras y gran diseño,
En San Miguel, luego de Murano, hizo otra tabla con san Francisco (#), y en san Francisco della Vigna donde están los frailes descalzos en la iglesia vieja, hizo un cuadro con Cristo muerto la fama del cual se divulgó de tal manera que Luis XI rey de Francia en su nombre lo pidió a la ciudad, la cual muy a su pesar se lo dió pero era otro también firmado por Giambellino, que no era tan hermoso ni tan bien ejecutado, con tal diferencia que se la cree de mano de Girolamo Mocetto alumno de Giovanni. Hizo también para la cofradía de san Jerónimo (con esa información se ajusta más de) una obra (#, #) con figuras pequeñitas de tamaño muy alabada. Donde vino en consideración entre los nobles de la ciudad, que quisieron aumentar la decoración y propusieron al senado que pintara Giovanni la sala del gran Consejo, cosa que se acordó sin oposición dada su gran excelencia alcanzada. Por lo que le ordenaron que comenzase la obra, representando los hechos más notables de la república de Venecia. Comenzó a trabajar en compañía de Gentile, que era más joven que él, una armada de galeras desembarcando en la plaza de San Marcos. Donde hizo en perspectiva la iglesia, las casas, el palacio, y la plaza con infinito número de personas en procesión, todo ello con gracia y buenas maneras lo cual le dió honor y grandes ingresos, también pintó aún otra historia trabajada con diligencia grandísima, unas galeras en batalla intrincada, donde combaten soldados, y donde disminuidos por perspectiva, los barcos y las figuras están todas dispuestas con gran talento y bien pintadas, y donde se ve el furor, la fuerza y la defensa feroz de los soldados, con diversas muertes que él imagina, así como las galeras trabadas, y los remos rompiendo el agua, en la confusión del oleaje y las armas marinas. Hecho con un arte grandísimo. Y en otra historia pintan cuando liberan al Papa fugitivo en Venecia, escondido como cocinero en el monasterio de la Caridad, donde están muchas figuras retratadas de natural, igual que en las otras escenas, pintó tan vivos y propios los edificios, la plaza y el palacio de san Marcos, la pescadería y el matadero, que le otorgaron a perpetuidad, una provisión de la signoría
Estando terminada una pintura no muy grande, en la cual estaban algunos retratos del natural que parecían vivos, fue llevada a Turquía por unos embajadores, y regalada a Maumetto entonces el gran Turco. Y, bien esto era cosa prohibida por las leyes mahometanas, ello creó estupor al presentarla, no estando acostumbrados a ver cosas así. Siendo una gran enseñanza, no solo aceptó la pintura sino que reclamó el maestro que la había hecho. Por lo que volviendo a Venecia expusieron al senado y a la signoría si deberían mandar a Giovani Bellini, pero por lo avanzado de su edad no podría soportar penalidades, y resolvieron enviar a Gentile su hermano, diciéndole que podía hacer lo mismo pues no querían arriesgarse a perderlo enteramente, siendo que aún estaba pintando las escenas del gran consejo.
Siguiendo las órdenes, Gentile monta en una galera con honorable provisión de dinero, llegando a salvo a Constantinopla, y fue presentado por el embajador de la signoría a Maumetto que recibido con placer como cosa nueva muy querida. y, después que le presentó al príncipe una hermosa pintura, fue admirado de aquel señor quien pensaba que no cabía tanta divinidad en un mortal para poder expresar vivo todo lo natural como natural. No se demoró Gentile en retratar al natural a Maometto (#) que parece vivísimo el cual como cosa inusitada le pareció milagro en vez de arte. Y por último después de haber visto su experiencia en el arte le pidió que se pintara él mismo y Gentile le respondió que se retrataría muy fácil. No pasó muchos días y Gentile realizó un retrato ayudándose de un espejo, muy semejante, y se lo presentó al señor. El cual viendo lo que Gentile hacia de la pintura quedó admirado y estupefacto el cual imaginaba que tendría algún espíritu divino dentro. Y de no ser por la ley que prohibía estos ejercicios y que ordenaba la muerte de quienes adoraran estatuas no hubiera dejado ir a Gentile, lo hubiera honrado y tenido a su servicio realizando obras. Un día lo mandó llamar y le agradeció su cortesía y los trabajos infinitamente, y le dijo que pidiera lo que quisiera. Gentile que era modesto, otra cosa no pidió, salvo una carta de favor al Serenísimo Senado de la ciudad recomendándole, por lo que Maometto le hizo escribir una carta con las mas altas recomendaciones y le obsequió con muchos regalos y le dió el rango de caballero con muchos privilegios y le puso en el cuello una cadena elaborada a la turca con un peso de 250 escudos de oro, cadena que conservan aún sus herederos en Venecia Y después de concederle inmunidad a todo lo largo de su imperio, partió Gentile de Constantinopla con grandísima alegría del feliz retorno por el mar. Al arribar en Venecia fue recibido por su hermano y por casi toda la ciudad muy contentos de su vuelta. Y fue visitado por los que se alegraban del gran honor que le había hecho Maometto. Fue luego a ver a la Signoria la cual estaba obligada con Giovanni por las obras realizadas en el Senado, y mucho más con Gentile. Que había traído tanto honor de Oriente a su patria. Y presentada la carta le concedieron una pensión de 200 escudos al año durante la vida suya.
Gentile hizo muchos trabajos después de su vuelta, en particular una historia en la escuela de san Marcos Evangelista (#) ,en la cual hace el edificio de Santa Sofía de Constantinopla, una mezquita de los turcos trazándola en perspectiva, cosa muy difícil y bella por las muchas partes que se ven del edificio, que ha hecho descubrir, y por las mujeres retratadas del natural allí representadas, con hábitos turcos que él había traído de Constantinopla, y tocados que son tenidos por muy bellos. En seguida hizo para la ciudad muchas obras que le dieron fama inmortal por las buenas costumbres y vida honesta que tuvo de continuo. Finalmente cerca de los ochenta años pasó a otra vida, Giovanni su hermano le dio honorable sepulcro en San Juan y San Pablo en el año 1501.(muere en 1507)
Giovanni, se quedó sin Gentile, al que él amó muy tiernamente, seguía trabajando mientras pasaba el tiempo y a pesar de su edad, dándose a los retratos de natural introduciendo en esa ciudad en las personas pudientes la costumbre de retratarse por él o por otro como aparece por todas las casas de Venecia hasta la cuarta generación de descendientes.
Retrató Giovanni para Pietro Bembo, que no estaba aún al servicio de León X, a su amor, (el cuadro de Morosina, se perdió) la cual obra recibió además de dineros como pago, un bello soneto que comienza:
oh imagen mía celeste y pura,
que resplandeces más que el sol a mis ojos
Hizo Giovanni muchísimas obras y cuadros que están en las casas de caballeros en Venecia y que por su número no vamos a mencionar pues ya hemos mencionado sus obras mas notables y bellas, ni tampoco hablaremos de las que mandó a los dominios de Venecia o los muchos retratos de príncipes que pintó así como los trozos de grandes cuadros como el de Rimini, una piedad que está sostenida por dos ángeles del Señor Segismundo Malatesta que está en la iglesia de San Francisco de esa ciudad.(¿#?)
Giovanni tenía muchos discípulos, a los cuales con cariño enseñaba el arte, hace ahora sesenta años en Padua, estaba Jacopo Montagna,(Jacobo de Parisati) que imitó su manera de cerca, siempre ha demostrado por sus trabajos, que deben ser considerados en Padua y en Venecia. Pero el hombre que lo imitó lo más fielmente posible y lo hizo con el honor más grande fue Rondinello de Ravena, (Niccolo Rondinelli da Ravena) de el cual Giovanni se sirvió mucho en todos sus trabajos. Hizo en Ravena muchas obras como en San Domenico #, y otra en el Duomo, tenida como muy hermosa con el mismo estilo. Pero el trabajo que sobrepasó todos los otros era el que él hizo en la iglesia de San Juan Bautista, de los Frailes de Carmelitas, en la misma ciudad; en el cuadro, además de la virgen, hizo una cabeza muy hermosa en una figura del San Alberto, fraile de la orden, con un bellísimo rostro, y la ropa y toda la figura. También, estudió aunque sin provecho, Benedetto Coda da Ferrara, que vivió en Rimini, donde hizo muchos cuadros, dejando detrás de él a un hijo Bartolomeo, que hizo igual. Se dice que Giorgione de Castelfranco también hizo sus primeros estudios del arte con Giovanni, y muchos otros, del territorio de Treviso y de Lombardía, de lo cual no hay necesidad de hacer memoria.
Volviendo a Giovanni, llegando a noventa años, partió de esta vida, (1516) superado por la vejez, dejando un monumento de su nombre en los trabajos que él había hecho en su ciudad de nacimiento, Venecia, y en el exterior; y lo enterraron honorable en la misma iglesia y en la misma tumba, en la cual él había puesto a su hermano Gentile, allí le dieron sepultura. Y no faltaron en Venecia quien con sonetos vulgares y epigramas latinos honrasen su muerte, como él había honrado en vida su patria, devolviéndole los versos que hizo en juventud, cuando cultivó la poesía, y lo mas importante, fue celebrado por Ariosto (en "Orlando Furioso") el cual lo mencionó como un excelente pintor moderno, en el canto XXXIII segunda estrofa:
Los que en nuestros tiempos son aún
Leonardo, Andrea Mantegña y Giambellino