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+El desnudo en Botticelli
obra + religiosa en Boticelli

Sandro Botticelli

Pintor florentino

Texto traducido de "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550

Se fuerza a la naturaleza a mucha deuda de virtud, y en contra les hace distraídos, porque no pensando en el final de la vida, adornan a menudo el sus muertes con el hospital, del mismo modo que lo hicieron al mundo con sus obras. En la cima de las felicidad están cargados de los bienes de la fortuna y careciendo de necesidades rehuyen las ayudas humanas con bestialidad y tan poco gobierno, que al final a la muerte vituperan todo el honor y la gloria de su vida. Por lo que sería prudente a los virtuosos, y particularmente a los artistas nuestros, cuando la suerte les concede los bienes de la fortuna, salvarlos en parte para la incómoda vejez, sin que se cierna la necesidad que nace en todo momento; como extrañamente golpeó a Sandro Botticello, así llamado por lo que se verá. Este fue hijo de Mariano Filipepi ciudadano florentino, el cual educó con diligencia y lo enseñó en todas las cosas que se enseñan a los niños en esta ciudad, antes de incorporarse a los talleres, aunque fácilmente se enteraba de todo lo que quería, era todavía impaciente; y nada le satisfacía en las escuelas, de lectura, escritura o de ábaco, de manera que el padre aburrido de esta extravagante cabeza, desesperado lo colocó con un orfebre amigo suyo (es generalmente aceptado que es el hermano de Sandro) al parecer llamado Botticello, muy competente maestro entonces en este arte. Por esos tiempos eran de una familiaridad muy grande y una continua practica entre los orfebres y los pintores; con lo cual Sandro, que era despierto hacía por el dibujo, y enamorado de la pintura, se dispuso a volcarse sobre aquella. Sincerándose con su padre, y este que conoció de sus inclinaciones, se lo llevó a fray Filippo del Carmina, muy sobresaliente pintor entonces para que a aprendiese tal, como Sandro deseaba. Quién se dio pues a este arte, y siguió e imitó al maestro el suyo, que fray Filippo le cogió cariño, enseñándole de manera que alcanzó un grado que nadie lo hubiera considerado. Pintó, siendo adolescente, en la Mercadería de Florencia, una de las tablas de las Virtudes (#) que Antonio y Piero del Pollaiuolo estaban trabajando. En Santo Spirito de Florencia hizo una tabla en la capilla de los Bardi, (#) trabajada con diligencia y llevada a buen fin, dónde están algunos olivos y palmeras trabajadas con sumo amor. Trabajó en el monasterio de las hermanas Convertidas una tabla (por descartes y otras referencias en el libro de Antonio Billi Sandro Botticelli y el Anónimo Magliabechiano Sandro Botticelli los expertos se posicionan en estas imágenes #, #, luego están las cuatro imágenes de la predela sobre las que si hay consenso #, # #, # ), y otra para las de San Bernabé (#). En Ogni Santi pintó al fresco en el tabique de la puerta que va al coro, para el Vespucci, un San Agustín (#), en quien depositó todo su trabajo buscando entonces pasar a todos los que en su tiempo pintaron, mucho se cansó siendo un trabajo muy loado por haber mostrado en la cabeza de este santo, la profunda sabiduría y muy aguda finura, que tienen las personas sabias y abstractas continuamente en investigación de cosas muy altas y muy difíciles. Habiendo hecho crédito y reputación, el Arte de Puerta Santa María le hizo hacer en San Marcos con la coronación de la virgen en un tabla, y un coro de ángeles (#), que muy bien dibujó. En la casa de los Médicis, a Lorenzo el Viejo, le trabajó muchas cosas, y máxime una Palas (no hay unanimidad en que sea la obra #) a tamaño natural sobre un escudo con brotes ardiendo en fuego, y aún un San Sebastián (#) en Santa María la Mayor de Florencia. Para la ciudad en distintas casas hizo muchos tondos de su mano y hembras desnudas, en el Castello, lugar del Duque Cosme de Florencia, están dos cuadros, uno Venus que nace, (#) y aquéllas auras y vientos que lo hacen venir a tierra con los amores, y otro Venus con las gracias (#) que la adornan con flores, representando la Primavera; las cuáles están por él expresadas con gracia. En la casa de Juan Vespucci, hoy de Piero Salviati, hizo alrededor de una habitación muchos cuadros, cerrados de ornamentos de nogal muy adornados, (se los identifica con las historias de Lucrecia, y Virgina), con muchas figuras muy vivas y bonitas.

Para los monjes de Cestello en una capilla hizo un tabla de una (#) Anunciación. En San Pedro Mayor a la puerta del lado, hizo un tabla para Matteo Palmieri con infinito número de figuras, representando la asunción de la virgen, con los cielos con las figuras de: los Patriarcas, los profetas, los Apóstoles, los Evangelistas, los Mártires, los Confesores, los Doctores, las Vírgenes y las Jerarquías, (es de Francesco di Giovanni Botticini, #, de quien sus obras se confunden escandalosamente, no solo en estilo, trazo y color, también en composición ver #) partiendo de un dibujo dado por Mateo que era literato. Obra que hizo con maestría y pinto con finísima diligencia. Está retratado al pie Mateo arrodillado y su mujer. Pero siendo que esta obra es muy bonita y que debía haber muchas envidias, fueron sin embargo algunos malévolos detractores, que al no poder dañarla dijeron que y Mateo y Sandro habían pecado de herejía; no se si es verdadero o no verdadero, no esperen el juicio mi, basta que las figuras que Sandro les hizo realmente son para alabar el trabajo que fue mucho en pintar los círculos de cielos y poner entre figuras y figuras, ángeles y vistas en escorzo en modalidades diferentes, y todo conducido con dibujo ordenado. Fue encargado a Sandro en este tiempo un pequeño estante, de figuras de tres cuartos de braza cada una; que fue puesto en Santa María Novella entre las dos puertas, en la fachada principal de la iglesia, en la entrada para la puerta del medio a la izquierda: y representa la Adoración de los Magos, (#) donde se ve tan gran afecto en el primero viejo, que besando el pie a Nuestro señor se deshace de ternura, pone bien de manifiesto haber alcanzado el final de su muy de largo viaje. Y la figura de este rey es un retrato de Cosme de Médicis el viejo, que de cuantos se pueden ver es el más vivo y natural. El segundo, es Giuliano de Médicis, padre del Papa Clemente VII, a quien se ve con el espíritu dispuesto, y en reverencia al niño y le da el presente suyo. El tercero, arrodillado, parece que al adorarlo diera gracias y lo confiesa como verdadero Mesías. No se puede describir la belleza que Sandro puso de manifiesto en las caras viniendo a estar en diferentes aptitudes y posturas, de cara, de perfil, en cuartos, e inclinadas, y en otras maneras y diversidades con aires jóvenes, y viejos, con todas las extravagancias que pueden dar a conocer la perfección de su maestría; al distinguir en los tres reyes, de manera que se conocen los servidores de los unos y los otros. Trabajo admirable, por su color, por su dibujo y por su composición hermosa, que los artistas de hoy permanecen aún maravillados. Y esto le aportó en Florencia y fuera tanto renombre, que el Papa Sixto IV, al hacerse construir la capilla del palacio de Roma y querer pintarla, le ordenó jefe de la obra; De sus manos hizo las siguientes historias, cuando Cristo es tentado por el Diablo (#), cuando Moisés mata al egipcio, y que recibe bebida de las muchachas de Jetro el Madianita (#). Del mismo modo cuando van a sacrificar los hijos de Aaron, y vino fuego del cielo (#), e hizo algunos santos papas en nichos sobre las historias (#). Habiendo, adquirido entre muchos competidores y con quienes trabajaba, florentinos y de otras ciudades, renombre y nombre principal, cobró del papa una buena cantidad; la cual a un tiempo consumió viviendo en Roma, viviendo al día como era práctica suya, terminada la parte que le habían encargado, y descubierta, se volvió inmediatamente a Florencia.

Siendo una persona sofisticada, comentó una parte de Dante, y dibujó el Infierno y lo puso en impresión (#, #, #, 2 ediciones muy repartidas, Vaticano, Berlin,) , lo cual le consumió de mucho tiempo, sin trabajar, esto fue causa de infinitos desórdenes en su vida. Puso a la impresión el Triunfo de la Fe de fray Girolamo Savonarola de Ferrara, y fue muy partidario de esta secta. Y esto fue causa de abandonar lo principal y no teniendo ingresos de los que vivir, cayó en un gran desorden. Porque obstinado en la secta y haciendo continuamente los días de llorona desviándose del trabajo, al envejecer y al olvidar, cayó en muy mal estar. Había trabajado muchas cosas en Volterra y mucho para Lorenzo de Médicis el viejo, que mientras que vivió siempre lo socorrió. Y en San Francisco fuera de la puerta San Miniato un tondo con una virgen, con ángeles a tamaño natural (encajan varias obras, las principales #, #), que se tuvo como cosa muy bonita. Se dice que Sandro era una persona muy agradable y bien parecido, y que siempre tenía diversión en su taller, dónde continuamente estaban muchos jóvenes, los cuales mucho se bromeaban y retaban, y Sandro, él mismo, acusó en broma a un amigo de herejía ante los Ocho; quién al comparecer pidió saber quien le había acusado y de que, y cuando le dicen que Sandro había sido, que decía que él tenía la opinión de los Epicúreos, que el alma se murió con el cuerpo, respondió y dijo: "es cierto que tengo esta opinión del alma suya, que es estúpido, y bien que es herético, puesto que sin conocimiento comenta a Dante y mienta su nombre en vano". Se dice aún que le gustaba mucho en quien veía especialistas del arte, y dicen que ganó mucho, y gastó todo y que ningún provecho obtuvo por su dejadez. Fue de Lorenzo el Viejo muy querido y de infinitas gentes con talento y honrados ciudadanos. Pero, se llegó finalmente a viejo, y desamparado paseaba con dos muletas, no pudiendo más hacer, estando impedido, y decrépito, reducido a la miseria, pasó de esta vida a los 78 años, y siendo enterrado en Ogni Santi de Florencia el año 1515 (17-5-1510). Mereció realmente Sandro gran elogio en todas las pinturas que hizo, donde estaba impulsado por el amor y el afecto, y aunque se hubiera dirigido, como se ha dicho, a las cosas mundanas, que por hipocresía se prestan a problemas, cabe decir que muy bello, considerado, y alabado es su arte, sobre todo la tabla de los Magos de Santa María Novella. Y en el mismo tamaño, que se ve hoy en la casa de Fabio Segni, una tabla con la Calumnia de Apelles (#), donde Sandro divinamente imitó el capricho de este antiguo pintor, y lo ofreció a Antonio Segni muy amigo suyo. Y es bella esta tabla que, por la invención de Apeles y por la pintura de Sandro, le honran con este epigrama:

INDICIO QVEMQVAM FAUX NE FALSO LAEDERE TENTENT
TERRARVM REGES, PARVA TABELLA MONET.
HVIC SIMILEM AEGYPTI REGI DONAVIT APELES:
REX FVIT ET DIGNVS MVNERE MVNVS EO.

Aproximadamente: No intenten dañar con falsos testimonios a nadie los reyes de la tierra, esto recuerda el pequeño cuadro, Uno similar regaló Apeles al rey de Egipto, el rey fue digno del regalo y el regalo del rey

 

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